A pesar de que todavía los operadores se encuentran desplegando la cobertura 5G a nivel nacional y las compañías apenas están empezando a desarrollar las redes para casos industriales, los investigadores ya ponen el foco en la 6G, que permite redes más adaptables e inteligentes para permitir la realización de una visión de futuro que haga frente a mayores niveles de complejidad, contextualización y tráfico de datos, que consume menos energía con medidas de seguridad y privacidad más sólidas.
A través del proyecto Enable-6G, el objetivo es garantizar que la arquitectura incorpore protecciones avanzadas de la privacidad, ya que ésta se ha convertido en grandes preocupaciones y una ventaja importante para los nuevos casos de usuarios.
Otro objetivo se centra en el diseño e implementación de redes definidas por software que permite poner en marcha un procesamiento optimizado de Edge a cloud para facilitar una orquestación de red geo-distribuida y con tiempo crítico.
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Así, Imdea representa un gran paso adelante en las nuevas tecnologías hacia la 6G para mejorar las comunicaciones inalámbricas y reducir la huella energética por dispositivo, así como evitar un gran aumento global del consumo de energía de la red.
En este proyecto colaboran Telefónica, NEC y BluSpecs y está financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU y el Ministerio de Economía y Transformación Digital, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).