2024 ha sido un año especial para España, en el que ha sido testigo de una transformación sin precedentes en su infraestructura de fibra óptica. Este cambio ha sido impulsado por alianzas estratégicas entre MASORANGE, Telefónica y Vodafone España, que han sentado las bases para lo que se conoce como "superNetCos".
En este contexto, el mercado de las telecomunicaciones avanza hacia una consolidación tanto a nivel local como regional, mientras que
el tráfico 5G continúa su crecimiento constante. Las operadoras, enfrentadas a un entorno cada vez más competitivo, están
optimizando sus redes para adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
De cara a 2025, la consultora Nae, parte de Minsait, anticipa la expansión de nuevos despliegues de fibra y la consolidación del RAN Sharing entre DIGI y Telefónica. Se espera que el tráfico 5G represente entre el 20% y el 25% del total, mientras que las tiendas de telecomunicaciones evolucionarán hacia centros experienciales que ofrecen una inmersión completa al cliente. Además, las operadoras están preparadas para lanzar soluciones verticales en sectores estratégicos como la salud y la manufactura, utilizando 5G e inteligencia artificial como motores de la transformación digital.
A medida que avanza el año, se prevé que la infraestructura de fibra en España continúe su evolución. Tras las recientes colaboraciones entre MASORANGE, Telefónica y Vodafone, se anticipa la firma de nuevos acuerdos durante el primer semestre. Este proceso de consolidación en el mercado local y regional promete traer consigo múltiples oportunidades. Sin embargo, una de las grandes incógnitas radica en hasta dónde estará dispuesta Telefónica a avanzar en la monetización de su red de fibra hasta el hogar (FTTH).
Aunque España ya cuenta con más del 92% de cobertura FTTH, se esperan nuevos despliegues que sumen entre 2,6 y 2,7 millones de conexiones adicionales. De estas, alrededor de 400,000 se destinarán a áreas previamente desatendidas, mientras que el resto se enfocará en reforzar la infraestructura en zonas ya cubiertas. Asimismo, el mercado de torres de telecomunicaciones también experimentará movimientos significativos, lo que dará lugar a una posible consolidación en un sector donde actualmente hay más empresas de torres que operadores móviles.
La polarización del mercado se intensificará, dividiéndose entre paquetes premium dirigidos a clientes con un alto ingreso promedio y paquetes más económicos para hogares sensibles al precio. A pesar de esta dualidad, se espera que el ingreso promedio global se mantenga estable o con un ligero aumento. En este panorama, el flujo de caja libre se convertirá en el verdadero protagonista, ya que las operadoras centrarán sus esfuerzos en la eficiencia y la optimización del capital, relegando el crecimiento de ingresos a un segundo plano.
El acuerdo de RAN Sharing entre DIGI y Telefónica, que comenzará en enero de 2025, permitirá a DIGI competir con mayor eficiencia en costes, consolidando así su posición en el mercado móvil frente a Vodafone. Esta última, por su parte, podría comenzar a monetizar su infraestructura móvil hacia finales de 2025. En el ámbito de la banda ancha, se espera que los paquetes de servicios fijos y móviles continúen creciendo, acercándose a los 3,7 millones de hogares, aunque la llegada de la televisión por parte de DIGI y la competencia reforzada de Vodafone podrían alterar esta dinámica.
El tráfico 5G en Europa sigue una trayectoria lineal, reemplazando gradualmente al 4G. Se estima que para finales de 2025, el 5G representará entre el 20% y el 25% del tráfico móvil total. Además, se espera que España termine 2024 con 11,000 sitios activos en la banda N78, alcanzando los 15,000 para finales de 2025, impulsados por el programa UNICO 5G Redes Activas. La cobertura Stand Alone se generalizará, y se prevén los primeros movimientos de renovación de redes para enfrentar desafíos geoestratégicos.
El 80% de las interacciones no iniciadas por humanos se basarán en chatbots impulsados por inteligencia artificial
Por otro lado, se anticipa que el 80% de las interacciones no iniciadas por humanos se basarán en chatbots impulsados por inteligencia artificial. Estos avances también se reflejarán en el desarrollo de aplicaciones propias sobre plataformas de bajo código, optimizando costos y fomentando el talento interno. Las tiendas físicas se transformarán en centros experienciales que conectan el mundo online y offline, convirtiéndose en espacios clave para la fidelización del cliente.
Finalmente, las operadoras de telecomunicaciones impulsarán soluciones verticales en sectores como la salud y la logística, integrando 5G, inteligencia artificial e Internet de las Cosas para abordar retos específicos. Se espera que 2025 sea el año en que los grandes operadores busquen alcanzar niveles avanzados de autonomía, con la inteligencia artificial como protagonista de esta evolución.