Si algo queda claro, es que el teletrabajo ha caído si se compara con años anteriores es evidente. A pesar de que muchas empresas y trabajadores continúan beneficiándose de este formato, su popularidad está disminuyendo, especialmente entre las PYMEs que cuestionan su nivel de productividad. Una de las posibles causas de esta disminución podría ser la necesidad de volver al trabajo presencial, especialmente en sectores donde la interacción cara a cara y el intercambio de ideas en persona se consideran esenciales para la productividad y el desarrollo profesional. Además, la falta de una buena cobertura de internet o una infraestructura tecnológica deficiente también puede hacer que el teletrabajo sea inviable o poco práctico en ciertas áreas.
La mala conexión a internet preocupa al 43,5% de los teletrabajadores, y el 38,3% de los trabajadores experimenta dificultades con la conexión a internet mientras trabaja en su oficina. Regiones como Murcia (45,7%), Cataluña (45,3%) y Canarias (44,9%) se ven más afectadas por este problema.
A pesar de que el teletrabajo sigue siendo atractivo en verano, la falta de una conexión a internet de calidad en algunos lugares puede suponer un obstáculo. Para resolver este problema de conexión, muchos teletrabajadores optan por compartir datos desde sus teléfonos móviles, una práctica cada vez más común.
De hecho, dos de cada tres teletrabajadores utilizan los datos de sus smartphones para trabajar en otros dispositivos como ordenadores o tablets, siendo los trabajadores de entre 30 y 44 años los que más recurren a esta práctica. Casi la mitad de los encuestados considera que la conexión a internet no es tan buena en zonas turísticas o rurales como en las capitales de provincia, y el 35,2% afirma tener problemas de conexión cuando viaja. En cuanto a la productividad, cerca del 20% de los encuestados experimenta una pérdida de tiempo debido a problemas de conexión, con un 19,7% perdiendo al menos media hora a la semana, el 6,5% entre 1 y 2 horas, y el 1,7% más de 2 horas.