La compañía metalúrgica tuvo que cerrar varias plantas de extrusión del metal, que transforman los lingotes de aluminio en componentes para los fabricantes de automóviles, constructoras y otras industrias, mientras que sus gigantescas fundiciones en países como Noruega, Qatar y Brasil estaban siendo operadas de manera manual.
“Estamos trabajando para contener y neutralizar el ataque, pero no conoce aún la extensión total de la situación”
El ataque, que comenzó en la tarde del lunes y no cesó hasta la noche del día siguiente, afectó a la mayoría de las actividades de los sistemas de tecnología de la información de la firma.
Asimismo, la compañía indicó que el ataque no había afectado a la seguridad de sus trabajadores y que es demasiado pronto para evaluar el impacto sobre los consumidores.
Las acciones cayeron un 3,4%
Las acciones de Hydro llegaron a caer un 3,4 por ciento en las primeras operaciones, pero luego protagonizaron una recuperación parcial y cedían un 0,9 por ciento a las 1121 GMT. Los papeles de la firma limitaban el avance del índice referencial de Oslo, que sumaba un 0,9 por ciento.
Para tranquilizar a sus clientes, Norsk Hydro afirmó en un comunicado que “estamos trabajando para contener y neutralizar el ataque, pero no conoce aún la extensión total de la situación”.