En Nueva York, concretamente en la ciudad de Rochester, ha resurgido un gimnasio ecológico capaz de autogenerar su propia energía. En el denominado Eco Gym, las típicas bicicletas estáticas que se pueden ver en cualquier sala de spining no solo sirven para quemar calorías sino también para capturar energía durante la sesión y convertirla en electricidad.
Eco Gym cuenta en total con 21 máquinas de ejercicio cardiovascular habilitadas para convertir una pedalada en electricidad útil
Autoabastecerse de forma ecológica
Esta energía recogida no es suficiente por sí misma para abastecer lo que necesitan las instalaciones al completo del gimnasio. No obstante, suma paneles solares y turbinas de viento para generar lo que pueda llegar a restar.
Eco Gym cuenta en total con 21 máquinas de ejercicio cardiovascular habilitadas para convertir una pedalada en electricidad útil.