La Unión Europea ha vuelto a reafirmar su postura en el contexto de las crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos para asegurar que las normas digitales europeas “son las mismas para todos” y no están diseñadas para discriminar a empresas extranjeras.
En una entrevista con Bloomberg, Henna Virkkunen, responsable de la política digital europea, ha defendido las regulaciones comunitarias aplicadas a plataformas digitales como X (antes Twitter) y Meta, asegurando que “no deben considerarse barreras comerciales”.
Las declaraciones llegan en un momento especialmente delicado tras el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha amenazado con fuertes sanciones en respuesta a lo que considera multas desproporcionadas impuestas por Bruselas a compañías estadounidenses. La situación se agravó la semana pasada con la imposición de aranceles del 20% por parte de Trump a productos europeos, a lo que la Unión Europea respondió aprobando nuevos gravámenes sobre 23.200 millones de dólares en exportaciones estadounidenses. El propio Trump decidió suspender la subida de aranceles durante 90 días tras el impacto en los mercados y las quejas de varios gobiernos, al igual que ha hecho posteriormente la UE.
Desde la Casa Blanca, un memorando publicado en febrero avivó aún más la controversia al anunciar una investigación sobre prácticas de la UE que pudieran “socavar la libertad de expresión o moderar contenidos de forma indebida”. El vicepresidente JD Vance ha criticado abiertamente los esfuerzos europeos para combatir la desinformación, asegurando que atentan contra la libertad de expresión.
Sin embargo, Virkkunen ha defendido el enfoque europeo señalando que “la libertad de expresión es también un derecho fundamental en la Unión Europea, pero hay otros derechos igualmente importantes”. En ese sentido, ha explicado que el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) obliga a retirar discursos de odio ilegales, sin que ello suponga una censura generalizada.
X, Meta y Apple en el foco
Especialmente, la plataforma X, bajo la propiedad de Elon Musk, ha sido objeto de un escrutinio cada vez más intenso desde diciembre de 2023, cuando se abrió una investigación formal bajo el DSA. La situación se ha ido tensando aún más desde que Musk, actual asesor de Trump, empezó a mostrar su apoyo a figuras de la extrema derecha europea, como la candidata a canciller alemana Alice Weidel del partido Alternativa para Alemania (AfD).
Meta y Apple también se enfrentan a procesos similares en Europa, especialmente bajo la legislación de Mercados Digitales (DMA), que busca limitar el poder de los grandes actores tecnológicos. Virkkunen subraya que, en el transcurso de las investigaciones, “algunas plataformas tecnológicas están empezando a cambiar su comportamiento para cumplir con la normativa”.
En un escenario marcado por la incertidumbre comercial y el creciente enfrentamiento político entre Bruselas y Washington, la UE insiste en que sus regulaciones digitales no buscan proteger su mercado, sino garantizar un entorno digital más seguro, justo y democrático para todos los usuarios.