Según la Administración Biden, el acceso privilegiado del software a los sistemas informáticos podría permitir el robo de información sensible, la instalación de malware o la retención de actualizaciones críticas.
La decisión, basada en la ampliación de poderes que se aprobó en tiempos de Donald Trump, incluirá a Kaspersky a una lista de restricciones comerciales, lo que supone de facto el veto de la compañía en el país ya que se impide que los proveedores estadounidenses puedan mantener relaciones comerciales con la compañía de origen ruso y con sede en Suiza.
La prohibición, que se hará efectiva el 29 de septiembre, dará solo unos meses a las empresas tiempo para buscar alternativas. La Casa Blanca busca así eliminar cualquier riesgo de ciberataques rusos mediante el software de Kaspersky, especialmente en un momento en que la guerra en Ucrania ha intensificado las preocupaciones sobre la seguridad cibernética.
Kaspersky rechaza las acusaciones
Kaspersky ha negado tener vínculos con el gobierno ruso, pero ha estado en la mira de los reguladores estadounidenses desde 2017, cuando el Departamento de Seguridad Nacional prohibió su producto antivirus en las redes federales.
La presión sobre la empresa aumentó tras la invasión de Ucrania por Rusia en 2022, lo que llevó al Departamento de Comercio a intensificar la investigación de seguridad nacional sobre el software de Kaspersky.
Con ingresos de 752 millones de dólares en 2022 y más de 220.000 clientes corporativos en 200 países, Kaspersky se enfrenta a un duro golpe con estas nuevas restricciones, que podrían limitar su capacidad de operar y afectar su cadena de suministro.
Si (
No(
