El gobierno de Australia ha prohibido el uso de productos y servicios de Kaspersky en todos los sistemas y dispositivos gubernamentales debido a preocupaciones relacionadas con la interferencia extranjera, el espionaje y el sabotaje.
La medida, anunciada por el Departamento del Interior, se enmarca dentro del Marco de Política de Seguridad Protectora (PSPF) y busca eliminar riesgos potenciales en la infraestructura digital del país.
La ministra del Interior de Australia, Stephanie Foster, ha emitido una directriz obligatoria en la que señala que los productos de Kaspersky representan un "riesgo de seguridad inaceptable" para los datos y redes gubernamentales. Según Foster, la decisión llega tras un análisis detallado de amenazas y riesgos, concluyendo que el software de la empresa rusa podría ser susceptible de manipulación por parte del gobierno de Rusia.
Las agencias gubernamentales australianas tienen hasta el 1 de abril de 2025 para identificar y eliminar todas las instancias del software de Kaspersky en sus sistemas. Además, deberán impedir futuras instalaciones de estos productos y reportar el cumplimiento de la medida a las autoridades correspondientes. Se contemplan excepciones únicamente en casos específicos de seguridad nacional y regulatoria, siempre y cuando se apliquen salvaguardas adicionales.
Siguiendo los pasos de Estados Unidos
La prohibición de Kaspersky en Australia sigue el camino adoptado previamente por otros países aliados. Estados Unidos impuso restricciones similares en julio de 2024, cuando la Administración Biden determinó que la empresa rusa representaba un riesgo para la seguridad nacional. La secretaria de Comercio de EE. UU., Gina Raimondo, justificó entonces la medida afirmando que "Rusia ha demostrado una y otra vez su capacidad e intención de explotar a empresas como Kaspersky Lab para obtener información confidencial".
De manera similar, el Reino Unido y Canadá han restringido el uso de software de Kaspersky en dispositivos gubernamentales. Alemania, por su parte, desaconsejó su uso en 2022 tras el inicio del conflicto en Ucrania, argumentando que la empresa podría usarse para operaciones de ciberespionaje.
Kaspersky se defiende
Ante la decisión del gobierno australiano, Kaspersky ha expresado su desacuerdo con la medida. Un portavoz de la empresa ha calificado la prohibición como "injustificada" y asegura que la compañía no ha tenido la oportunidad de responder a las preocupaciones de seguridad planteadas. Según Kaspersky, la decisión está motivada más por el contexto geopolítico que por una evaluación técnica de sus productos.
En este sentido, la compañía asegura que sus soluciones de ciberseguridad operan con independencia y que no existen pruebas concretas que respalden las acusaciones de interferencia gubernamental.
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