Amazon ha anunciado que a partir del 28 de marzo de 2025 eliminará la opción que permitía a ciertos dispositivos Echo procesar comandos de voz localmente, sin enviarlos a la nube.
Esta decisión está vinculada a la implementación de nuevas funciones de inteligencia artificial generativa en Alexa, que requerirán obligatoriamente el procesamiento en los servidores de la compañía.
Hasta ahora, algunos dispositivos Echo, como el Echo Dot (4.ª generación), Echo Show 10 y Echo Show 15, contaban con la opción “Do Not Send Voice Recordings”, que permitía a los usuarios en EE.UU. configurar Alexa para que sus comandos de voz no se enviaran a la nube. Sin embargo, esta funcionalidad será eliminada, y en su lugar, las grabaciones serán procesadas en la nube y eliminadas después de ejecutar la solicitud.
Amazon ha justificado este cambio en un comunicado oficial, explicando que “a medida que seguimos ampliando las capacidades de Alexa con funciones basadas en inteligencia artificial generativa, que dependen del procesamiento en la nube de Amazon, hemos decidido dejar de admitir esta función”.
Si bien la compañía asegura que seguirá ofreciendo herramientas de control de privacidad, la eliminación de esta opción ha generado preocupaciones sobre la seguridad de los datos y el nivel de control que los usuarios tienen sobre su información personal.
Este cambio también está vinculado al lanzamiento de Alexa Plus, la nueva versión del asistente virtual que integrará inteligencia artificial generativa para mejorar la experiencia de usuario. Amazon busca dotar a Alexa de capacidades conversacionales más avanzadas, pero esto requiere un nivel de procesamiento que actualmente solo es posible en la nube.
La privacidad en entredicho
El cambio en la política de privacidad de Alexa llega en un contexto en el que Amazon se ha enfrentado a diversas críticas y sanciones por el manejo de datos de los usuarios. En 2023, la empresa acordó pagar una multa de 25 millones de dólares a la Comisión Federal de Comercio (FTC) de EE.UU. por acusaciones relacionadas con la retención indebida de grabaciones de voz y datos de ubicación de menores de edad.
Esta decisión ha reavivado el debate sobre la privacidad de los usuarios de asistentes virtuales. Aunque Amazon insiste en que su procesamiento en la nube es seguro, la eliminación de la opción de procesamiento local representa una pérdida de control para los usuarios que priorizan la seguridad de sus datos.