La campaña lanzada por la Comisión Europea se divide en cuatro apartados diferenciadas: seguridad en Internet, protección de datos, conocimientos financieros y consumo sostenible.
“Para protegernos debemos conocer nuestras vulnerabilidades y cómo nos pueden atacar”
En lo que se refiere a la seguridad en Internet, la Comisión advierte de que “un clic puede cambiarlo todo. Para protegernos debemos conocer nuestras vulnerabilidades y cómo nos pueden atacar. Por ejemplo, el banco nunca nos va a pedir nuestros datos personales o de tarjeta por correo. Internet es una herramienta muy útil, pero también nos expone a riesgos. Las ofertas que nos encontramos pueden estar diseñadas para gastar más y, sobre todo, antes de comprar en línea hay que verificar que los sitios son seguros: el 56% de los adultos europeos ha sufrido un fraude en línea en los últimos dos años y sólo un 21% de los afectados denuncia”.
Conocimiento para tomar las mejores decisiones informadas
Por otro lado, cabe recordar que las ciberestafas más comunes que todos los ciudadanos deben vigilar son premios falsos, suplantaciones de identidad, problemas informáticos falsos, promesas a cambio de transferir dinero o solicitudes de pago por supuestos “problemas con la cuenta bancaria”.
La pandemia también ha agilizado la necesidad de incrementar los conocimientos básicos sobre finanzas como herramienta fundamental para que los ciudadanos puedan gestionar sus ingresos y gastos de forma más flexible. Otro de los elementos más relevantes observados durante el confinamiento ha sido la reducción de la contaminación, lo que ha motivado a muchos ciudadanos europeos a poner el foco en la sostenibilidad a largo plazo.