El nuevo servicio tiene el propósito de que los usuarios de ciudades congestionadas tengan otras opciones de movilidad, explica la compañía.
En concreto, las bicis utilizadas en San Francisco son de Jump, que ya ofrecía la propia compañía a través de su app. Estas bicicletas son eléctricas, lo que facilitan subidas por cuestas y el uso en la ciudad.
El uso del servicio es sencillo: sólo hay que buscar el apartado en la app de Uber, seleccionarlo y al momento aparecen las bicis disponibles alrededor. El servicio de Jump destaca porque no hay estacionamientos al uso para las bicis, sino que se dejan en espacios públicos de aparcamiento en la app.
Para asegurarlas, la firma utiliza una barra integrada en la misma que permite unirlas a los bastidores públicos para aparcar bicicletas. Para poder desbloquearla y comenzar a utilizarlas hay que introducir el código que facilita la app cuando se selecciona el área de recogida.
En estas pruebas, el precio es de dos dólares por treinta minutos, y existe además una tarifa adicional por minuto que la empresa no ha adelantado.
Pruebas internacionales
Uber pide a los usuarios interesados en el servicio de bicicletas en otras ciudades que se apunten en una lista de espera para ser notificados, lo que presupone la idea de la compañía de expandir las pruebas hasta su implantación oficial.