Google ha admitido su primer accidente desde que comenzó su andadura en el negocio de los coches autónomos. Ocurrió el 14 de febrero en California, con un vehículo Lexus RX450h del 2002, uno de los más utilizados en el proyecto.
La historia, según adelantó Google en un informe y contó el conductor designado a esta unidad (de momento los coches autónomos deben ir con un humano) sucedió porque el vehículo observó que había unos sacos de arena invadiendo parcialmente su carril, así que decidió cambiarse al de la izquierda, entonces el conductor designado pensó que el autobús que venía de ese lado le dejaría pasar, así que no ejecutó ninguna maniobra y el chofer del autobús pensó lo mismo, y entonces sucedió el accidente.
No hubo heridos y los pasajeros fueron cambiados de bus en esta historia, que sin dudas ayudará a Google a entender cómo evitar en el futuro estos accidentes, en donde el factor humano de un conductor mirando si el otro le dajará pasar o no es fundamental.
El informe indica que “desafortunadamente todos esos supuestos nos llevaron a un mismo punto, en el mismo carril, al mismo tiempo. Este es el tipo de malentendido que ocurre todos los días en las carreteras entre los conductores humanos”.