El parlamento inglés está a punto de legalizar servicios como Airbnb o Onefinestay, los cuales ayudarán a los propietarios inmobiliarios a alquilar sus apartamentos y casas por periodos cortos de tiempo.
“Queremos actualizar algunas leyes para impulsar la economía colaborativa. Los ciudadanos tienen derecho a alquilar sus propiedades en periodos cortos de tiempo que no perjudiquen la competencia hostelera. Esto generará ingresos a los propietarios que podrán alquilar sus casas cuando, por ejemplo, ellos mismos estén de vacaciones”, afirmaba Brandon Lewis, político inglés.
Londres se une así al grupo de ciudades que han entrado a regular Airbnb. Otros ejemplos son Nueva York, que ha interpuesto restricciones de facturación o Amsterdam, que exige a la aplicación el impuesto a turistas que también pagan los hoteles.