Nada más abrir la caja en la que se encuentra el navegador y extraer el dispositivo, salta a la vista que su ligereza es, quizás, una de las bazas más interesantes. La sencillez en el uso es también un aspecto que se ha tenido en cuenta a la hora de desarrollar el equipo. Algo que se pone de manifiesto al sopesar la cantidad de botones que se han de utilizar para manejar el dispositivo: sencillamente uno. Se trata de una pestaña con tres funciones; encender el equipo, resetearlo y apagarlo. En la parte externa del navegador tan sólo se encuentran, además de lo antes expuesto, tres conexiones, una miniUSB para actualizar el software y cargar la batería –que obviamente también se puede alimentar desde el cargador de mechero del coche-, una entrada minijack para auriculares y una ranura para tarjetas SD/MMC, soporte en el que se almacena el paquete cartográfico.
El modelo que ha sido sometido a prueba en 'Telefonía y Comunicaciones para todos' dispone de los mapas para el continente europeo de la compañía Tele Atlas. Hay que destacar que el software es muy intuitivo, algo que se pone de manifiesto desde el momento en el que se enciende el GPS. Lo primero que refleja la pantalla táctil al encender el equipo es un asistente que solicitará el idioma, que una vez introducido dará paso a un tutorial en el que se muestra cómo utilizar el GPS. Todo se explica a través de la pantalla táctil del Moov 370, que tiene unas dimensiones de 4,3 pulgadas y ha sido desarrollada en formato panorámico.
Navegando
Una vez acabado el tutorial, se accede a la pantalla principal del GPS, en la que es posible introducir la dirección a la que se desea ser guiado, buscar puntos de interés o cambiar las preferencias, entre otras cosas. En el apartado de 'preferencias', no podemos pasar por alto el abanico de posibilidades que ofrece. Es factible pasar de la vista de tres dimensiones al modo dos dimensiones, modificar la intensidad de la luz de la pantalla o ajustar el volumen del altavoz que guía al usuario hasta su destino.