Cada vez son más las aplicaciones de smartphones y tabletas que se dedican a este tema, y ocupan ya uno de las posiciones más altas. Muchas de ellas son material de baja calidad, y saber distinguir la información útil es un reto para la sociedad.
Un estudio llevado a cabo por expertos del IMS Institute for Health Care Informatics, ha revisado hasta 43 mil aplicaciones de salud, y ha concluido en que casi la mitad son irrelevantes. Por eso, el 50% de las apps de salud tienen menos de 500 descargas cada una, y sin embargo el 15% de las descargas de apps de salud las acaparan únicamente cinco aplicaciones para dispositivos móviles.
La presencia de smartphones es una gran revolución para el mundo de la sanidad, y pronto se hará telemedicina a través de ellas. Consultas de las historias clínicas y bibliográficas, divulgación, enseñanza e incluso asistencia son algunas de las posibilidades.
Uno de los desafíos del sistema sanitario es implementar el concepto m-health, para poder atender mejor a los pacientes. Algunos casos de estos ya existen o se están probando, como por ejemplo gracias al teléfono emporiaCAREplus o Caloryguardpro.