Una “desmesurada carga fiscal”. Ese ha sido el calificativo común de las operadoras de telecomunicaciones asentadas en el mercado español tras un acto organizado por Redtel, su patronal, en donde denunciaron además que en nuestro país existen muchas barreras que les hacen “muy difícil” afrontar nuevas inversiones.
Entre los asistentes destacó la participación de el presidente de Telefónica España, Luis Miguel Gilpérez; el de Vodafone España, Francisco Román; el consejero delegado de Orange España, Jean Marc Vignolles, y la de ONO, Rosalía Portela, con la moderación del presidente de Redtel, Miguel Canalejo.
Las ponencias giraron entorno a la necesidad de que el Gobierno les permita mejorar sus inversiones para lograr la alta velocidad al mejor estilo del AVE, y les facilite el despliegue de nuevas redes de forma eficiente.
Por su parte, el responsable de Telefónica España apuntó que "tenemos un marco un tanto asimétrico", y dijo que "no se trata igual a las empresas que invierten y pagan sus impuestos en España, y las que trabajan y reciben ingresos, pero se los llevan a otros lugares del mundo", motivo por el cual instó al Gobierno a modificar la legislación vigente para “incentivar las inversiones y crear un marco estable".