El Genesis X Gran Equator sigue, ante todo, la misma filosofía de diseño que sus predecesores de la serie X, un diseño limpio y sofisticado. El exterior del SUV Off-Road conceptual está guiado por lo que la marca llama principios de diseño reductivo: líneas puras, superficies limpias y una silueta que habla más de elegancia que de agresividad.
Desde el frontal, llaman la atención los típicos faros Two-Line que se extienden hacia los laterales, vistos anteriormente en la serie X de Genesis. La parrilla inferior mantiene un perfil bajo, dando paso a una “cara” suavizada en la que las entradas de aire y las ópticas se integran en la parte baja, dejando la superficie principal despejada.
En el lateral, el largo capó, los marcados pilares C y la suave caída del techo hacia atrás configuran una silueta aerodinámica y moderna. La parte trasera no se queda atrás, con un portón dividido de apertura dual y dos largas tiras de luz que rematan la geometría del vehículo con un guiño al diseño digital.
Si por fuera es elegante, por dentro es todo un manifiesto. Genesis ha querido rescatar el placer de lo mecánico, lo táctil y lo tangible. Por eso, uno de los detalles más llamativos del interior del X Gran Equator son sus cuatro diales circulares incrustados en el centro del salpicadero. Lejos de una gran pantalla digital, estos diales se inspiran en los controles de cámaras vintage para ofrecer una lectura clara y una estética nostálgica.
Incluso la pantalla del conductor mantiene este enfoque analógico, integrándose en una consola que evita sobrecargar la vista. Gracias a ello, el tapizado azul oscuro del salpicadero gana protagonismo, contrastando con los acentos beige del resto del habitáculo. Un equilibrio visual que mezcla tierra y cielo, tradición y modernidad.
El diseño interior también innova en lo más simple. En lugar de un gran techo panorámico, Genesis propone cuatro tragaluces cuadrados repartidos sobre cada asiento. Así, cada ocupante disfruta de una ventana propia al cielo, creando una experiencia íntima y personalizada.
Además, los asientos delanteros giratorios permiten una entrada y salida más natural, además de facilitar una configuración más social cuando el vehículo está detenido. Todo está pensado para que el interior sea un espacio de disfrute, no solo de transporte.
A nivel práctico, Genesis incorpora un sistema de almacenamiento modular. El usuario puede añadir, mover o quitar compartimentos según sus necesidades, aportando funcionalidad sin sacrificar el diseño.
Aunque el foco principal está en el diseño general, las llantas no pasan desapercibidas, con su tamaño de 24 pulgadas. Con un diseño que parece esculpido más que fabricado, siguen la línea de lujo funcional del resto del coche. Sus formas geométricas acompañan las líneas limpias de la carrocería y suman a esa sensación de SUV elegante pero preparado para todo.
Las proporciones del X Gran Equator también hablan claro: gran presencia, pero sin exceso. Es un SUV grande, sí, pero fluido y equilibrado en cada ángulo.
Por el momento, Genesis no ha confirmado una fecha de producción para el X Gran Equator. Pero su debut en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York 2025, seguido de su estancia en el Genesis House de Nueva York hasta finales de julio, deja una cosa clara: esto no es solo un ejercicio de diseño, es un anticipo del lenguaje que la marca quiere explorar.