Pruebas

Prueba de los Anker Soundcore Sleep A20

Anker Soundcore Sleep A20 (Foto: JLT).
Javier López Tazón | Martes 11 de marzo de 2025

Unos auriculares para facilitar el sueño no han de cuidar únicamente que el diseño no moleste, sino que tienen que cumplir cualidades como la duración de la batería, acompañarlo de un archivo de sonidos de todos los colores, otros para enmascarar ruidos habituales como los ronquidos... Estos Sleep A20 cumplen casi con todo.



No se trata únicamente de la idiosincrasia de cada país y de que los españoles carguemos con el sambenito (probablemente ganado a pulso) de ruidosos. La realidad es que vivimos en una sociedad ruidosa. Estamos continuamente sometidos a ruidos: de la calle, de los vecinos, del trabajo, del tráfico, de la cafetería de debajo de casa, de las televisiones... Hay ruido estructural y puntual en cualquier ambiente. Y el ruido cuenta entre sus características que se amplifica cuando llega la noche. Y adiós dulces sueños.

El silencio total no existe (a no ser que nos metamos en una cámara ecoica) y en caso de lograrlo no lo resistiríamos. Así, unos auriculares para dormir no tienen que buscar tanto el aislamiento total como amortiguar, dulcificar y combatir los ruidos que nos impiden dormir. Para lograr esto hay que conjugar diferentes acciones. Para empezar, conseguir al menos cierto aislamiento pasivo que reduzca unos decibelios el sonido ambiente en el que estemos. También tienen que ser cómodos para poder dormir con ellos. Es decir, que no pueden sobresalir ni clavarse en el canal auditivo. Deben ofrecer un abanico de sonidos (música, pero también sonidos de la naturaleza, ruidos blancos y marrones...) que enmascaren el ruido que nos rodea. Y poder mantener ese sonido a lo largo de toda la noche. Al menos, las ocho horas de rigor y no morir por insuficiencia de la batería a las cuatro o cinco horas.

Diseño y sonido

A nada que nos fijemos un poquito en el nombre completo de estos auriculares, Soundcore Sleep A20 Bluetooth Earbuds, ya tenemos dos pistas fundamentales: Sleep y Earbuds, o lo que es lo mismo, dormir y auriculares de botón. Esa es su intención. Parece una perogrullada, pero no se venden ni como auriculares de alta fidelidad ni se alaba su cancelación activa de ruidos (ANC) ni se presume de un diafragma de X milímetros de diámetro. La verdad es que si alguien busca la mejor calidad de sonido y cancelación activa de ruido, que busque en otro lugar porque no es el fuerte de estos de Anker. De hecho, no tienen cancelación activa.

Y es que el reto de los ingenieros de Anker para estos auriculares es otro. Si queremos meter un sonido de alta calidad y encima contar con ANC nos plantamos en un equipo con un tamaño como los Sony WF-1000XM5, que están geniales para escuchar música con una calidad espléndida y gozan de una cancelación activa de ruido espectacular, pero que no te los pondrías para dormir. Y mucho menos si lo haces de lado. Y aquí está la ventaja innegable de estos auriculares: no sobresalen del trago, el antitrago; quedan a la altura de la concha y apenas penetran en el canal auditivo externo. Eso permite dormir de medio lado. Al menos durante unas horas.

Experiencia de uso

En mi experiencia en un par de semanas, si duermes toda la noche con ellos, te despiertas la mañana siguiente con alguna molestia en la zona de confluencia de los dos maxilares. En este sentido, mi recomendación sería no sobrepasar las cuatro o cinco horas durmiendo con ellos. Pero para eso tendrías que romper el sueño. Y se trata de mejorarlo.

Por otra parte, cada oreja es un mundo. Dicen que, al igual que el iris de los ojos o la red de vasos sanguíneos de la palma de la mano, son únicas. Podríamos identificarnos con ellas. Así que hay que ir probando las diferentes combinaciones de almohadillas para ver con cual de ellas nos sentimos más confortables sin comprometer el aislamiento acústico.

Al margen de ese diseño comprimido para no sobresalir de la oreja y no penetrar con profundidad en el canal auditivo, creo que Anker ha hecho bien su trabajo en los sonidos que ofrece para enmascarar el ruido ambiente. Antes de detallarlos, conviene saber que hay dos posibilidades: con o sin Bluetooth, es decir, con el sonido procedente del móvil o sin conexión. Eso da más o menos posibilidades de variación en los sonidos y también mayor o menor autonomía. Por ejemplo, con el Bluetooth activado, la autonomía de una carga es de 10 horas, que llegan a las 14 si lo desactivamos (lo llaman Modo de Sueño y sólo se pueden escuchar los temas precargados). La cuna de transporte y carga -por cierto, tiene una forma diferente de la habitual, algo más parecido a una polvera y de tacto muy agradable- permite hasta 80 horas de autonomía (sin Bluetooth) o 55 (con).

La biblioteca de sonidos es amplísima. Podemos recibir ruido blanco, rosa, marrón, verde, violeta, gris, naranja, rojo; elegir entre sonidos como la lluvia, una tormenta, el océano, una nave espacial, una fogata, el ruido de un teclado, un río, la ducha, una lavadora, incluso la lluvia sobre el techo de una tienda de campaña.

Asimismo, entre los sonidos de enmascaramiento, se puede optar por los de enmascaramiento de ronquidos más o menos fuertes. Podemos combinar hasta tres sonidos que se van solapando para crear un paisaje sonoro propio.

Además de programar alarmas y recordatorios, desde la aplicación -es necesaria y tener los auriculares conectados por Bluetooth para gestionarlo- podemos configurar el seguimiento del sueño y el modo de Volumen inteligente, que ajustará automáticamente el volumen del sonido de los auriculares en función del ruido ambiente.

Básicamente, se trata de un equipo que puede ayudar a conciliar el sueño a aquellas personas sensibles a los ruidos nocturnos. No aísla, sino que enmascara mediante la emisión de diferentes sonidos en prácticamente todas las gamas de ruidos: blancos, marrones, grises... Cuenta con una biblioteca muy amplia de sonidos, una duración de la batería de entre diez y catorce horas y están diseñados con un perfil muy bajo para poder dormir de lado. Los materiales son también confortables y el ajuste a la oreja es firme, pero sin penetrar mucho en el canal auditivo externo.

¿Recomendaría probarlos a personas con esos problemas de sueño? Sí. La pega es que son caros: 149 euros sin ofertas (en febrero estuvieron a 110 euros por San Valentín). Además del precio, a pesar del tamaño y el diseño para no molestar, si duermes de lado con ellos durante más de cinco horas es probable que te lleguen a molestar.

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