Desde un principio, el director ejecutivo de Porsche, Oliver Blume, estableció que en el año 2030 más del 80% de la producción de automóviles deportivos y SUV saldrían de la cadena de producción con un motor totalmente eléctrico. La hoja de ruta era que todos los modelos de Porsche se convirtieran gradualmente a la propulsión eléctrica, con excepción del icónico modelo Porsche 911.
Más adelante, se estableció que los modelos electrificados se fabricarían en paralelo de los modelos de combustión, alegando que el objetivo inicial dependia de la demanda y desarrollo de tecnología de movilidad eléctrica en el mundo.
Finalmente, la directiva anunció la consideración del desarrollo de automóviles de combustión e híbridos en su mayoría acompañando a algunos modelos electrificados, una estrategia mixta con el objetivo de continuar fortaleciendo su posición en el mercado global mediante su fidelidad al principio de ventas basadas en el valor.
En China, el mercado automotriz más importante del mundo, el descenso del 28% respecto al 2023 en modelos eléctricos, el fracaso de la apuesta por la electromovilidad total de la marca en el continente asiatico y la demanda debilitada en la gama electrificada dio como resultado una escasez pronunciada de entregas con solamente 56.887 vehículos vendidos.
Aunque, a pesar del retroceso en el mercado asiatico, el resto de mercados mundiales tanto el mercado americano como el europeo no solo se mantuvieron sino que aumentaron las entregas con una media de incremento de 6%.
Aunque el modelo Porsche Taycan continúa siendo una de las mejores opciones de modelos eléctricos deportivos en el mercado desde su lanzamiento además de su actualización a principios del año 2024, las bajas ventas con una disminución de un 50% en conjunto de la poca demanda del vehículo eléctrico han obligado a la marca alemana a cambiar de estrategia y rumbo de su hoja de ruta, volviendo a los modelos de combustión interna e híbridos enchufables.
| Modelo | Ventas 2024 (unidades) | Ventas 2024 vs Ventas 2023 |
| Taycan | 20.836 | -49% |
| Macan Eléctrico | 18.278 | -5% |
| Macan Gasolina | 64.517 | |
| Cayenne | 102.889 | +18% |
| Panamera | 29.587 | -13% |
| 911 | 50.941 | +2% |
| 718 Cayman/Boxster | 23.670 | +15% |
Sobre todo los malos resultados y la demanda inesperada no sólo en Europa sino también en el mercado americano y asiatico ha supuesto un punto de inflexión para que la compañía de Stuttgart elabore un plan de retroceso en el desarrollo de modelos electrificados y continuar manteniendo el motor convencional en sus próximos modelos como foco principal.
Muy pocas marcas tienen la posibilidad de permitirse confiar solamente en la tecnología electrificada, en cambio los actuales modelos de combustión Porsche 911, Cayman, Boxster, Panamera y Cayenne han crecido considerablemente debido a su alta demanda, valor, seguridad, fiabilidad y confort que pocas marcas de automóviles eléctricos pueden competir.
Como consecuencia de los malos resultados de ventas de los modelos eléctricos de Porsche en 2024, la firma germana ha decidido seguir manteniendo el motor de gasolina y apoyando esta tecnología en sus futuros modelos además de la opción híbrida. La apuesta por el motor de combustión asegura la demanda de sus clientes en los próximos modelos, por otro lado, según Lutz Meschke, el vicepresidente y director financiero de Porsche, los directivos de la compañía estan considerando desarrollar rápidamente variantes térmicas e híbridas de los modelos electrificados existentes con el objetivo de que consigan una mayor atracción en el usuario.
Según las tendencias del mercado automotriz actuales, marcas como Mercedes-Benz, Aston Martin, Lotus, Audi, BMW, Volkswagen, Ford, Volvo, Hyundai, Toyota, Honda, Mazda, Citroen, DS Automobiles, Bentley y ahora Porsche han decidido en desmarcarse de la ola de la era de electrificación total de sus modelos, dando un paso atrás y manteniendo el motor de combustión convencional junto con tecnologías híbridas que mantengan los beneficios y la demanda del mercado. Porsche es la última marca que se ha sumado a esta estrategia de supervivencia renovando la gama de vehículos y reorganizando la cadena de producción como consecuencia de perseguir una decisión demasiado ambiciosa que está repercutiendo en la rentabilidad de multitud de fabricantes.