Estos acuerdos ponen fin a una serie de disputas que marcaron su relación con los gigantes tecnológicos, consolidando su reconciliación con el mundo digital tras años de tensiones.
Las batallas legales que Trump libró contra las grandes tecnológicas comenzaron después de que las plataformas suspendieran su perfil tras los eventos del asalto al Capitolio en enero de 2021. El magnate acusó de censura a las principales compañías de redes sociales, como Twitter, Meta y Google. Trump argumentaba que estaban restringiendo injustamente su libertad de expresión.
Sin embargo, tras varias demandas en los tribunales, y con la influencia de figuras como Elon Musk, que adquirió Twitter y permitió el regreso de Trump a la plataforma, el expresidente ha logrado llegar a acuerdos favorables con las empresas involucradas.
El acuerdo alcanzado con Meta resolvió una de las disputas más significativas para Trump, tras su suspensión en estas redes sociales a raíz del ataque al Capitolio. Por ello, la matriz de Facebook e Instagram pagará 25 millones de dólares al magnate para poner fin a esta batalla legal. Además, Trump había demandado a Google, acusando a la plataforma de imponer restricciones y censurar su contenido en YouTube.
Aunque Twitter fue el primer gran actor en la disputa, la inclusión de otras plataformas tecnológicas, como Meta y Google, refleja una reconciliación más amplia.
El caso de Twitter es particularmente significativo dado el contexto de la compra de la plataforma por Elon Musk. El millonario empresario restauró la cuenta de Trump tras adquirir Twitter, en una decisión que alineó a Musk con los intereses del expresidente.
La reconciliación con Meta, Twitter y Google abre nuevas posibilidades para futuras interacciones entre el presidente de Estados Unidos y las empresas de tecnología, en especial en el marco de la regulación de contenidos y la defensa de la libertad de expresión, motivo que ha llevado a las grandes compañías del sector a posicionarse del lado del magnate, tal y como hemos podido ver en diferentes encuentros públicos como el acto de toma de posesión de Trump en la Casa Blanca.