Esta iniciativa surge como respuesta al creciente volumen de productos de bajo coste vendidos online, que a menudo no cumplen con las normativas de la Unión Europea en cuanto a seguridad y sostenibilidad. A través de estas nuevas políticas, la Comisión busca fortalecer las normas de importación, asegurando que los productos comercializados en Europa respeten los estándares de calidad exigidos para proteger a los consumidores y a las empresas locales.
Una de las principales medidas propuestas por Bruselas es eliminar la exención de derechos de aduana para productos valorados en menos de 150 euros
Una de las principales medidas propuestas por Bruselas es la eliminación de la exención de derechos de aduana para productos valorados en menos de 150 euros. Actualmente, los paquetes con valor inferior a esta cifra están exentos de pagar aranceles, lo que ha facilitado la importación de mercancías a bajo coste desde países fuera de la UE.
El Ejecutivo europeo busca así eliminar esta exención, que ya estaba contemplada en la reforma de la Unión Aduanera presentada en 2023, a partir de 2028 para contrarrestar el modelo de negocio de empresas como Shein y Temu, que se benefician de este vacío normativo.
La medida está diseñada para equilibrar el mercado de comercio electrónico y adaptarse a las nuevas dinámicas de consumo. Maros Sefcovic, comisario de Comercio de la UE, destaca que, aunque no hay una coordinación explícita con Estados Unidos, la decisión de ambos territorios refleja la preocupación común por el impacto que estas importaciones están teniendo en la economía global. Sefcovic apunta además que, si bien las normativas en Bruselas y Washington son diferentes, la “coincidencia” de ambas decisiones es indicativa de un problema global.
En 2024, se estima que alrededor del 91% de los envíos de menos de 150 euros que ingresaron a la UE procedían de China, con un volumen que se ha duplicado en comparación con el año anterior. Este aumento está impulsado por plataformas como Shein y Temu, que han ganado rápidamente una gran base de usuarios en Europa gracias a su oferta de productos a precios bajos, envíos rápidos y campañas publicitarias agresivas.
Otra de las propuestas clave de la Comisión Europea es la creación de una tasa de manipulación no discriminatoria para los productos de comercio electrónico importados a la UE. Esta tasa, cuyo importe aún no se ha definido, estaría destinada a cubrir los costes adicionales que implica la supervisión de los productos para asegurar que cumplen con las normativas de la UE. Esta medida se centraría en los artículos que llegan directamente a los consumidores, lo que refleja un cambio en la estrategia de control de las importaciones.
El objetivo de esta tasa es asegurar que los vendedores e intermediarios, que se benefician directamente de las importaciones de bajo valor, asuman el coste de garantizar el cumplimiento de la legislación. Así, la Comisión busca repartir de manera más equitativa los gastos derivados de la regulación y control de estos envíos.