Esta medida, que marca un punto de inflexión en la relación entre el gobierno estadounidense y las empresas tecnológicas extranjeras, busca aprovechar los activos del país y generar ingresos a través de inversiones en diversos sectores.
La orden ejecutiva, que involucrará a los Departamentos del Tesoro y de Comercio de EE.UU., tiene como objetivo desarrollar un fondo soberano para monetizar los activos del país. Según Scott Bessent, secretario del Tesoro, el fondo se estructurará con una combinación de activos líquidos y otros recursos del país, lo que permitirá financiar proyectos clave para el desarrollo económico de EE.UU. El fondo se propone como una herramienta que podría transformar las finanzas públicas, dado que tradicionalmente los fondos soberanos dependen de los superávit presupuestarios para su financiación. Sin embargo, en el caso de EE.UU., con un déficit fiscal creciente, surge la pregunta de cómo se financiará este fondo y qué impacto tendrá en la política económica del país.
El presidente Trump ha mencionado en diversas ocasiones la posibilidad de utilizar aranceles y otras estrategias económicas "inteligentes" como fuente de financiación para este tipo de inversiones. Aunque se espera que el fondo genere grandes oportunidades para la economía de EE.UU., algunos expertos han expresado dudas sobre su viabilidad a largo plazo.
En cuanto al propósito más inmediato del fondo soberano, la administración Trump tiene la vista puesta en TikTok. La aplicación, que cuenta con más de 170 millones de usuarios en EE.UU., ha estado bajo la lupa del gobierno estadounidense debido a preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los datos de los usuarios. Trump ha reiterado que TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, representa una amenaza para la seguridad nacional, ya que sospecha que el gobierno chino podría tener acceso a información sensible de los ciudadanos estadounidenses.
En 2020, la administración Trump emitió una orden ejecutiva que requería la venta de TikTok a una empresa estadounidense o la imposición de una prohibición en el país. Sin embargo, antes de que dicha ley entrara en vigor, Trump firmó otra orden ejecutiva que retrasaba su implementación, permitiendo así que continuaran las negociaciones sobre una posible venta de la aplicación. Tras ello, la Administración Biden retomó el proyecto, y aprobó la ley que entraba en vigor un día antes del regreso de Trump a la Casa Blanca, tras lo que el magnate ha firmado una nueva orden para ganar tiempo.
La creación del fondo soberano podría facilitar la compra de TikTok, una medida que generaría un precedente en cuanto a la intervención gubernamental en el sector privado. Si bien algunos argumentan que la adquisición es necesaria para proteger la seguridad de los datos de los usuarios, otros críticos consideran que este tipo de intervenciones abren la puerta a un mayor control estatal sobre las empresas tecnológicas y limitar la libertad de mercado.