Sin embargo, la compañía ha confirmado ahora que esta medida no afectará, por el momento, al resto del mundo, donde continuará trabajando con verificadores externos.
La decisión de Meta de abandonar la verificación de hechos independiente en Estados Unidos se produce tras casi una década de usar este modelo para combatir la desinformación. Según ha explicado el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, este sistema presentaba fallos que generaban "demasiados errores" y "censura injustificada". En su lugar, se implementará Community Notes, un sistema que permite a los usuarios añadir comentarios a publicaciones potencialmente engañosas, similar al modelo utilizado por X (antes Twitter).
Nicola Mendelsohn, responsable de negocios globales de Meta, apunta que la transición a este sistema será evaluada en Estados Unidos antes de considerar su implementación en otros países. "Por ahora, no habrá cambios en otras regiones, y continuaremos trabajando con nuestros verificadores en todo el mundo", matiza Mendelsohn durante un encuentro en el Foro Económico Mundial en Davos.
El cambio de política en Estados Unidos llega en un momento delicado, especialmente en regiones como la Unión Europea y América Latina, donde las normativas sobre desinformación son más estrictas. En la Unión Europea, la Ley de Servicios Digitales obliga a las grandes plataformas a eliminar contenido engañoso bajo riesgo de sanciones económicas significativas. En este contexto, cualquier intento de relajar la moderación podría tener consecuencias regulatorias.
En Brasil, las autoridades han mostrado una fuerte oposición a la decisión de Meta. El fiscal general del país dio a la empresa un plazo de 72 horas para explicar cómo afectará esta nueva política a los usuarios brasileños. Aunque Meta aseguró que el programa de fact-checking continuará fuera de Estados Unidos hasta que se evalúe el sistema Community Notes, la respuesta no convenció del todo a las autoridades. Según el gobierno brasileño, una moderación más laxa podría permitir violaciones de derechos humanos y promover un "salvaje oeste digital".