El objetivo de este proyecto es establecer la primera red celular en la Luna, desplegando tecnología 4G/LTE para garantizar conectividad entre el módulo, varios vehículos robóticos y la Tierra. El despegue está programado para producirse a finales de febrero desde el Centro Espacial Kennedy, y se espera que el conjunto viaje hasta el polo sur lunar en una ruta de más de 300.000 kilómetros.
En la fase final de integración, ingenieros de Intuitive Machines instalaron el LSCS en uno de los paneles superiores de Athena, compuesto por fibra de carbono, aunque antes Nokia Bell Labs había llevado a cabo meses de pruebas y validaciones previas para ajustar el hardware y el software a las exigencias del entorno lunar. En el proceso, se añadieron puntos de montaje con aislamiento térmico para proteger el equipo de las extremas temperaturas del espacio. También se ha incluido el LSCS en el sistema de protección térmica, de modo que reciba el calor necesario cuando esté inactivo y disipe el exceso de temperatura durante su funcionamiento.
La propuesta de Nokia se basa en usar la misma tecnología celular presente en millones de dispositivos en la Tierra, adaptada a los desafíos propios de una misión en otro cuerpo celeste. De esta manera, la compañía busca demostrar que las redes móviles pueden brindar comunicaciones fiables y con gran capacidad de transmisión de datos en entornos fuera del planeta. Según lo detallado por Nokia, la red cubrirá actividades esenciales como el intercambio de telemetría, vídeo de alta definición y comunicaciones de comando y control entre el módulo de aterrizaje y los vehículos de exploración.
Una vez que Athena se pose en la superficie lunar, el Micro-Nova Hopper y el MAPP rover descenderán a la superficie, extenderán sus antenas y se conectarán inmediatamente a la red 4G
Dos de los elementos clave para probar el alcance y la eficiencia del LSCS son el Micro-Nova Hopper, también desarrollado por Intuitive Machines, y el rover MAPP (Mobile Autonomous Prospecting Platform), fabricado por Lunar Outpost. Ambos aparatos llevarán módulos adicionales del LSCS en su interior. Una vez que Athena se pose en la superficie lunar, el Micro-Nova Hopper y el MAPP rover descenderán a la superficie, extenderán sus antenas y se conectarán inmediatamente a la red 4G para transmitir datos a través del módulo central y así poder enviarlos hasta la Tierra.
Se prevé que el Micro-Nova Hopper recorra cráteres permanentemente sombreados, donde se estima que podría haber depósitos de hielo. Para ello, cuenta con sensores diseñados para analizar la concentración de hidrógeno, un indicador potencial de la existencia de agua. El rover MAPP, por otro lado, llevará a cabo un periplo de varios días por la zona polar, recolectando imágenes estereoscópicas y datos ambientales. Toda la información captada se transmitirá mediante el sistema de Nokia y llegará a la Tierra vía el servicio directo de datos de Intuitive Machines.
Este proyecto se ha planificado durante años, inicialmente con miras a lanzarse en 2024, pero su implantación se aplazó hasta la inminente IM-2. Esta operación para llevar 4G a la Luna representa un hito en la comercialización de la exploración espacial y en el desarrollo de la llamada “economía lunar”.
Si todo avanza según lo previsto, la misión IM-2 marcará un antes y un después en la integración de tecnologías de telecomunicaciones terrestres en el ámbito espacial. El despliegue de la red 4G/LTE en la Luna abriría la puerta a futuras aplicaciones de internet de las cosas (IoT) en el espacio, suministrando comunicaciones eficaces para la investigación científica y la exploración robótica.