El nuevo reglamento establece las responsabilidades y obligaciones de los intermediarios digitales y las plataformas en línea, incluyendo redes sociales y motores de búsqueda. Su propósito es regular las actividades realizadas en el entorno digital, establecer obligaciones claras para los prestadores de servicios y coordinar su cumplimiento en los Estados miembros.
La CNMC contará con nuevas atribuciones para supervisar, investigar y sancionar a los prestadores de servicios digitales en España. Podrá requerir acceso a datos y sistemas relacionados con la moderación de contenidos, la recomendación y la publicidad. También estará facultada para realizar inspecciones e imponer sanciones en caso de incumplimiento del reglamento.
Además, la CNMC coordinará las actividades de los agentes implicados en la supervisión de los servicios digitales a nivel nacional y colaborará con los coordinadores de servicios digitales de otros Estados miembros de la Unión Europea y con la Comisión Europea. La institución será parte de la Junta Europea de Servicios Digitales, un grupo consultivo independiente que supervisará la aplicación del reglamento en la Unión.
Para cumplir con estas nuevas funciones, se creará una Dirección de Servicios Digitales en la CNMC, que se integrará junto a las direcciones de Competencia, Telecomunicaciones, Energía y Transportes y Servicio Postal.