La IA permite analizar datos de navegación, historial de compras y preferencias de los consumidores, facilitando recomendaciones de productos y promociones personalizadas. Este enfoque responde a las expectativas de los usuarios, que según un estudio de Infobip, perciben un 74% de los mensajes empresariales como impersonales, mientras que un 54% se siente frustrado por la falta de personalización.
Los resultados del estudio también reflejan diferencias generacionales en la aceptación de la hiperpersonalización. Baby boomers y generación X muestran actitudes positivas hacia las interacciones digitales, con un 10% y un 23% respectivamente prefiriendo el uso de chatbots. Los millennials y la generación Z, aunque más críticos, valoran la personalización y las experiencias interactivas, con un 60% de los millennials realizando compras a través de chatbots y alrededor del 40% identificándose como compradores sociales.
Sin embargo, la hiperpersonalización plantea retos. La protección de datos personales y el cumplimiento de regulaciones como el GDPR son esenciales para garantizar la privacidad. Además, las empresas deben equilibrar sus estrategias para evitar que los consumidores perciban intrusión, enfocándose en agregar valor a las experiencias de compra.