OpenText acaba de presentar un nuevo estudio donde se revela que tres de cada cuatro pymes han sufrido un ataque de ransomware en el último año. Ante este escenario, el 62% de las empresas ha tenido que aumentar su inversión en seguridad.
Para contextualizar, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) están enfrentando un creciente riesgo de ciberataques, según el reciente informe Global Ransomware Survey 2024 presentado por OpenText, una destacada compañía en gestión de información. Este estudio revela que hasta el 76% de las PYMES han sido afectadas por ataques como ransomware, phishing y ciberataques a la cadena de suministro, lo que no solo compromete sus operaciones, sino también la seguridad de sus clientes.
El informe, que incluye las opiniones de ejecutivos y expertos en seguridad de diversas empresas, indica que tres de cada cuatro PYMES han experimentado al menos un ataque de ransomware en el último año. Además, se destaca el uso creciente de la inteligencia artificial en los ataques de phishing, lo que agrava aún más la situación de seguridad para estas empresas. Curiosamente, el porcentaje de PYMES que reportan haber sido víctimas de ransomware es superior al de las grandes empresas, con un 76% frente al 70%.
La incorporación de la inteligencia artificial ha hecho que los ataques sean más sofisticados, presentando un desafío significativo para las PYMES en un entorno de ciberamenazas en constante cambio. Estos hallazgos subrayan la urgencia de implementar programas de seguridad robustos dentro de las organizaciones, especialmente en el caso de las PYMES.
Como respuesta a esta creciente amenaza, las empresas están aumentando considerablemente sus inversiones en seguridad en la nube, formación y prevención de phishing. En 2024, el 62% de las PYMES encuestadas indicó que la seguridad en la nube es su principal área de inversión, un notable aumento respecto al 56% en 2023 y 39% en 2022.
Además, el 66% de las pequeñas y medianas empresas ha implementado programas de formación trimestrales para sus empleados, un incremento significativo en comparación con el 39% del año anterior. Esta tendencia refleja un compromiso creciente hacia la educación y la preparación ante las amenazas cibernéticas, lo que es esencial para proteger tanto a las empresas como a sus clientes en un panorama digital cada vez más complejo.