Esta medida tiene como objetivo captar fondos para reducir la brecha con competidores como Samsung y SK Hynix, en un contexto donde el mercado de semiconductores comienza a mostrar señales de recuperación.
La decisión de Kioxia de optar por esta oferta pública inicial (OVP) responde a una estrategia de largo plazo que la compañía considera crucial para mantener su competitividad. La empresa, que ha postergado varias veces su salida a bolsa, se enfrenta ahora una última oportunidad de captar los recursos necesarios para incrementar su capacidad de producción y consolidar su presencia en un mercado global dominado por gigantes tecnológicos.
Kioxia es la primera compañía en Japón en utilizar un esquema de IPO recientemente introducido, que permite interactuar con potenciales inversores antes de recibir la aprobación definitiva de la Bolsa de Tokio. Con esta estrategia, la empresa espera agilizar el proceso de su salida al mercado. De acuerdo con la documentación presentada, Kioxia estima obtener la aprobación a finales de noviembre, momento en el que también se definirá el precio inicial de sus acciones.
Esta salida a bolsa se produce después de varios intentos frustrados, incluido uno en octubre de 2023. Según informes previos, Bain Capital, el accionista mayoritario con un 56% de participación, buscaba una valoración de 1,5 billones de yenes (unos 9.100 millones de euros), pero esta se redujo casi a la mitad por la falta de interés entre los inversores. En la estructura accionarial de la empresa también figuran Toshiba con el 41% y Hoya con un 3%.
Además, se ha confirmado que Morgan Stanley, Nomura y BofA Securities actuarán como coordinadores globales de la oferta.
La salida a bolsa de Kioxia coincide con un repunte en los precios de los chips de memoria, impulsado por la creciente demanda de semiconductores para aplicaciones de inteligencia artificial.
Esta tendencia resulta alentadora para la empresa, que ha sufrido una caída prolongada en los precios de la memoria NAND, que golpeó de forma más significativa en Kioxia frente a otros actores del sector que cuentan con una oferta diversificada, como la memoria DRAM de Samsung.
En los cuatro años desde que Kioxia aplazó su primer intento de IPO, la empresa ha quedado rezagada en términos tecnológicos respecto a Samsung y SK Hynix. Además, Kioxia ha mantenido varias conversaciones de fusión intermitentes con Western Digital, otra firma que también se enfrenta a la presión de los ciclos económicos de la industria de semiconductores.