Otro dato bastante preocupante, es que dos tercios de las organizaciones han experimentado un aumento en la frecuencia de estos ataques, mientras que solo un 12% ha reportado una disminución. Las consecuencias de estos incidentes son cada vez más severas, con un notable incremento en los ataques de ransomware, donde el 38% de las empresas ha sido afectada en el último año, un aumento significativo respecto al 23% del año anterior.
Las repercusiones de los ciberataques son preocupantes, ya que comprometen los activos más valiosos de las empresas: sus datos. La pérdida financiera, especialmente por fraude de desvío de pagos, se mantiene como la principal consecuencia, afectando al 55% de las organizaciones, un aumento considerable desde el 38% del año anterior.
Además, se ha observado un aumento en otros tipos de ataques, como los de denegación de servicio (DDoS), que han afectado al 51% de las empresas, y el uso indebido de recursos informáticos, que ha sido reportado por el 53%. También se han incrementado los brotes de virus no ransomware y la pérdida de datos, tanto cifrados como no cifrados.
Como solución ante esta creciente amenaza, el 52% de las empresas españolas ha optado por contratar un ciberseguro como medida de protección, un aumento notable respecto al 30% del año anterior. Esta tendencia refleja la creciente conciencia sobre la importancia de estar preparados para enfrentar los desafíos que presentan los ciberataques en el entorno empresarial actual.