Una de las principales ventajas que ofrece España es su alta recepción solar. Gracias a su ubicación en el sur de Europa, el país disfruta de más horas de luz solar y una mayor intensidad de radiación, lo que lo hace más soleado y cálido en comparación con otras regiones, especialmente del norte de Europa. Esta abundancia de luz solar facilita el uso de energía solar para alimentar los centros de datos, convirtiéndose en una opción más económica y sostenible, lo que es crucial dado el alto consumo energético de estas instalaciones.
La combinación de recursos solares y eólicos posiciona a España como un hub energético de primer nivel, atrayendo inversiones a largo plazo. Además, el uso de energía renovable contribuye a reducir la huella de carbono de estas operaciones, alineándose con los objetivos de sostenibilidad que muchas empresas tecnológicas están adoptando.
A pesar del crecimiento en el uso de energías renovables, las empresas de tecnología aún enfrentan importantes desafíos en términos de sostenibilidad. Actualmente, aproximadamente la mitad de los centros de datos en España utilizan fuentes renovables, pero aún queda un largo camino por recorrer para lograr una implementación total.
El aumento en la demanda de energía, impulsado por el crecimiento de los centros de datos y la incorporación de tecnologías como la **inteligencia artificial**, plantea serios retos medioambientales. Según la Asociación Española de Data Center, estos centros ya representan el 3% del consumo eléctrico mundial, y se espera que el uso de energía se multiplique por diez para 2026 debido a la expansión de la IA.
Para abordar estos desafíos, se están implementando diversas soluciones que buscan mejorar la eficiencia energética de los centros de datos. Por ejemplo, los sistemas de refrigeración avanzados, como la refrigeración líquida y el enfriamiento adiabático, son esenciales para reducir el consumo energético. Además, la incorporación de sistemas de alimentación ininterrumpida (SAIs) ayuda a prevenir la pérdida de energía durante cortes de suministro. También, el uso de software con inteligencia artificial permite optimizar el consumo energético en tiempo real, ajustando el uso de energía según la demanda y apagando sistemas innecesarios.