Esta discrepancia en la eficiencia se traduce en una notable reducción en el número de cargas que los fabricantes afirman que sus productos pueden proporcionar. Por ejemplo, una powerbank de 10.000 mAh no es capaz de cargar completamente un teléfono de 5.000 mAh más de una vez. Además, la OCU señala que la capacidad de carga de una batería portátil no solo depende del dispositivo, sino también de factores externos como el cable utilizado, el tipo de teléfono, el estándar de carga USB y la eficiencia interna de la batería.
Otro hallazgo importante del estudio es que muchas de las powerbanks no cumplen con la potencia que anuncian, lo que significa que no cargan a la velocidad prometida. Se identificaron problemas de carga en 14 de los 20 modelos analizados cuando se utilizaban todos los puertos al mismo tiempo.
A pesar de estos inconvenientes, la OCU ha destacado algunos productos que ofrecen un rendimiento aceptable y una buena relación calidad-precio. Entre las powerbanks de 10.000 mAh, se menciona el Iniu Power Bank, que tiene un precio de 24 euros. Sus ventajas incluyen una capacidad de carga real satisfactoria y su portabilidad, gracias a su tamaño compacto y ligereza. Sin embargo, su potencia es limitada, lo que afecta la velocidad de carga, y presenta problemas si se utilizan todos los puertos simultáneamente.
Por otro lado, en la categoría de 20.000 mAh, se destaca el Cellularline Essence Turbo, con un precio de 45 euros. Este modelo cumple adecuadamente con sus funciones y se distingue por su portabilidad, siendo uno de los pocos que no presenta problemas de carga al usar todos sus puertos. Sin embargo, también sufre de una potencia limitada, similar a la capacidad que se anuncia.
El estudio de la OCU pone de relieve la importancia de elegir cuidadosamente las powerbanks, ya que muchos modelos no cumplen con las expectativas de rendimiento que los consumidores podrían tener.