Bruno Sacco nació en 1933 en la ciudad italiana de Udine, al noroeste de Italia. El pequeño Bruno no despertó su interés por las máquinas hasta la edad de 6 años, cuando su padre le regaló una maqueta de tren. El muchacho italiano desarrolló sus habilidades artísticas copiando los diferentes dibujos de automóviles de los folletos que tenía a su alcance. Bruno asistió a la Escuela Técnica Antonio Zanón recibiendo un certificado de topografía, aunque finalmente no encontraría su verdadera vocación. Hasta que el joven Sacco se interesó por primera vez por el diseño automotriz tras ver el modelo Studebaker Commander Regal de 1950 en un color azul eléctrico cuando andaba en bicicleta por las calles de Tarvisio donde se dirigía al Salón del Automóvil de Turín en 1951. Desde ese momento, Sacco decidió que esa sería su vocación, las máquinas habían sido su pasión durante toda su vida así que decidió convertirse en diseñador automotriz.
En 1955, tras formarse en la Universidad Técnica de Ciencias de la Ingeniería de Turín en la especialidad de ingeniería mecánica y graduarse a los 17 años de edad como el topógrafo más joven de Italia, Bruno Sacco logró las prácticas en los estudios de carrocería italianos Ghia y Pininfarina realizando pequeños encargos a finales de 1957. A pesar de que la ciudad turinesa se estaba convirtiendo en la meca del diseño automotriz en aquella época, a Sacco le interesaba más trabajar en el extranjero, cautivandole los bólidos de competición de Mercedes-Benz.
Como Mercedes-Benz tenía ya su stand asegurado para el Salón del Automóvil de Turín de 1957, Sacco se puso en contacto con el consulado alemán de su ciudad para solicitar una reunión con el jefe de desarrollo de carrocerías Karl Wilfert, quien estaba destinado en la planta de Mercedes-Benz de Sindelfingen. Una vez reunido con el alemán en Turín, Sacco se presentó y consiguió una segunda entrevista en Alemania, consiguiendo un trabajo en el departamento de carrocerías como consecuencia de la buena impresión que causó.
En 1958, Bruno Sacco comenzó a trabajar en su puesto de trabajo del departamento de carrocerías situado en el centro de diseño de Sindelfingen en el mes de enero. Allí, Sacco estaba acompañado por Friedrich Geiger, quien era el director de operaciones de diseño, y Paul Braq, el por aquel entonces diseñador jefe de la marca alemana. Los primeros trabajos en los que Sacco participó fue la creación del modelo 600 en su generación W100, el modelo 230 SL Pagoda de la generación W113 y el modelo Clase E W123.
A finales de los años 60, en 1967, Paul Braq abandonó el gigante alemán, abriendo una vacante en el departamento de diseño en la cual Sacco lo vio como una oportunidad única. Karl Wilfert lo tenía en gran estima viéndolo como la persona adecuada para el puesto de dirigir la división de vehículos de seguridad experimentales. El primer proyecto en el que Sacco colaboró fue un importante trabajo de desarrollo de una serie de vehículos conceptuales de gran repercusión e importancia. En este puesto de trabajo, Sacco se responsabilizó dirigiendo el proyecto de diseño de los vehículos experimentales Wankel C-111 I y C-111 II, presentando el concepto final Mercedes-Benz C111 en el Salon del Automovil de Frankfurt de 1969.
Más adelante, en marzo de 1970, Sacco presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra el vehículo conceptual C111 II con un diseño de carrocería más refinado y mejorado, lo que conllevo una gran acogida e interés por los clientes de la marca alemana, estos prototipos sirvieron para probar las tecnologías de motores rotativos así como para batir el récord de velocidad con motorización diésel, aunque finalmente no llegó a la fase de producción. A través de diversos trabajos satisfactorios, Bruno Sacco fue ascendiendo rápidamente en la compañía germana siendo designado como jefe de departamento de carrocería y diseño tras su regreso en 1975.
Al cabo de cuatro años, Sacco fue nombrado ingeniero jefe, sucediendo a Friedrich Geiger un año después como jefe del departamento de diseño y más adelante se hizo cargo del departamento de diseño de Mercedes-Benz. El experimentado diseñador italiano había percibido que el diseño se estaba convirtiendo en un pilar cada vez más importante para la marca alemana, recorriendo un largo camino en el departamento desde su contratación a finales de los años 50, asumiendo el puesto más alto hasta el momento y responsabilizándose a cargo de 130 trabajadores.
Sacco estableció una nueva filosofía de diseño implementando los principios de la homogeneidad horizontal y la afinidad vertical, haciendo referencia al vínculo visual de la misma línea y la conexión en el diseño, describiendo la continuidad y coherencia de los diseños de modelos Mercedes-Benz. Estas ideas fueron introducidas por Sacco en el modelo Mercedes Clase S W126, que fue desarrollado desde 1971, e iba a convertirse en uno de los modelos más importantes de aquellos tiempos. El diseño exterior de Sacco era más estilizado y coherente que su modelo predecesor, manteniendo la línea elegante como vínculo con su generación anterior. Además, Sacco ordenó una reducción de peso y aumento de eficiencia siguiendo los consejos del departamento de ingeniería además de la utilización por primera vez de aceros de alta resistencia en una berlina de producción en serie.
En 1982, Bruno Sacco participó en el diseño y desarrollo de uno de los modelos más importantes de su carrera como diseñador, el Mercedes-Benz 190 W201 se convirtió en el modelo de entrada para la marca con la cifra récord de 1,8 millones de unidades producidas hasta su cese en el año 1993. Además, Sacco también colaboró en las versiones deportivas 190E 2.3-16v, 190E Evolution I y 190E Evolution II que además de participar en campeonatos internacionales como la DTM resultaron todo un éxito de ventas. Con la entrada exitosa dentro del segmento, Sacco enfatizó una afinidad vertical con los faros escalonados y la parrilla distintiva, aunque este compacto ejecutivo lanzado como el modelo más pequeño de la marca se distinguio por las proporciones angulares en forma de cuña. Más adelante, en 1987, Sacco fue nombrado director del departamento de diseño de Mercedes-Benz, adquiriendo aún más responsabilidad y estima en la compañía alemana.
Con la introducción de Sacco del modelo Clase E W124 se acentuó la homogeneidad horizontal mediante una mezcla en el diseño con elementos de sus predecesores y detalles novedosos en la parte posterior como el maletero en forma de V. El lenguaje de diseño sobrio y funcional de Bruno Sacco se reflejó en el modelo deportivo Clase SL R129 con su presentación en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1989. El diseño dirigido por Sacco buscaba enfatizar la anchura del vehículo, además incorporar unos faros más delgados y eliminar la parrilla vertical dando como resultado un perfil esbelto, una firma frontal más agresiva y un mayor impacto visual. Un detalle destacable en el diseño de Sacco fue el arco antivuelco autodesplegable como una solución de seguridad en el vehículo, un sistema avanzado antivuelco que desplegaba la barra en tres décimas de segundo ilustrando la apuesta por la seguridad de la marca en el diseño e ingeniería a finales de los años 80.
En 1990, la afinidad vertical se acentuó con la presentación del modelo Clase S W140 que adoptó un lenguaje de diseño con formas más suaves y líneas más aerodinámicas. El diseño de la parrilla se vio alterado por diversos cambios con detalles más discretos y su línea general dio paso a un diseño más redondeado. En ese momento, los equipos de diseño e ingeniería liderados por Bruno Sacco estaban en una gran armonía durante este proyecto, al principio el objetivo era una forma que reflejara la eficiencia aerodinámica aunque finalmente terimrara por convertirse en una declaración de superioridad. Tres años después, Bruno Sacco fue designado jefe de diseño global y miembro del consejo de administración de Mercedes-Benz, cargo más alto en el que ha ejercido durante su carrera como diseñador en el fabricante alemán.
La generación C140 con los modelos Clase S, Clase CL, Clase 500SEC y Clase 600SEC significó un cierre de la etapa de transición a la era moderna del diseño de la compañía, convirtiéndose en los mejores modelos de transición en los que Sacco estuvo involucrado, tachandolos como los últimos modelos con exceso de ingenieria y diseño brillante de la firma bávara.
Tras el paso de los años 70, 80 y 90 por parte de Sacco perfeccionando el diseño de los modelos de Mercedes-Benz, durante el resto de la década de los 90 expandió su lenguaje de diseño a nuevos horizontes inexplorados. En 1993, Sacco presentó el vehículo conceptual Mercedes Coupe Concept, introduciendo un concepto distinto planteando un cambio radical respecto al espíritu tradicional de Mercedes-Benz. Como cambio más significativo, Sacco ideó unos nuevos faros delanteros divididos en dos unidades circulares que se adaptaron a la superficie curvilínea del parachoques delantero, creando unos elementos revolucionarios que marcaron una tendencia preservando la identidad de marca Mercedes-Benz. Este prototipo se convirtió en la base del diseño para el modelo Clase E W210 con el que compartía diversos elementos similares como los faros divididos, además también presentó el primer modelo Clase C W202 iniciando una línea de automóviles muy importantes para la marca.
Un año después del debut del Coupé Concept, Sacco y su equipo presentaron el concepto SLK Concept en el Salón del Automóvil de Turín de 1994, un modelo con el cual la marca quería adentrarse en el segmento de los roadster bajo las siglas de Sportlich, Leicht y Kurz. El enfoque de Sacco en el diseño de un modelo deportivo ligero y compacto descapotable demostró que la marca alemana estaba desarrollando otra filosofía de diseño con la cual introduciría el novedoso modelo descapotable compacto Clase SLK R170.
Dos años después, el prototipo F200 Imagination Concept fue desvelado por Sacco y su equipo en el Salón del Automóvil de París de 1996, adelantando el diseño futurista de los próximos automóviles del siglo XXI. Este vehículo conceptual contaba con un diseño aerodinámico futurista así como tecnología de vanguardia como las puertas verticales, dos joystick de control y distintas cámaras. El prototipo de Mercedes-Benz se mostró como un escaparate de los avances tecnológicos que habían desarrollado la firma alemana durante los últimos años así como el nuevo lenguaje de diseño de última generación.
Entre mediados de los años 90 y principios de los 2000, los diseñadores liderados por Bruno Sacco tenían más libertad para introducir a cada modelo su propia identidad, incorporando elementos como las ventanillas sin pilares o el parabrisas trasero envolvente. Antes de su jubilación, Sacco participó en el desarrollo de los modelos Clase CLK W208, Clase S W220, Clase C W203, Clase M W203, Clase CL C215 Y Clase SL R230 que se convirtieron en sus últimas obras automotrices.
Después de más de 41 años en la industria del diseño y 25 años al frente del departamento de diseño de Mercedes-Benz, Bruno Sacco abandonó su puesto en 1999 siendo sustituido por Peter Pfeiffer marcando un antes y después en la historia del gigante bávaro revitalizando y desarrollando un lenguaje de diseño sólido reinventándose para rescatar la marca de la era del declive, a pesar de las ofertas de otros estudios de diseño y fabricantes Sacco fue fiel a su promesa de no volver a diseñar automóviles manteniéndose fiel a la marca alemana.
En 2001, surgió la colaboración entre Sacco y Reinhard Zetsche para desarrollar una serie de accesorios de agua para la compañía KWC Faucets. Bajo la marca Hansa como asesor de diseño, Sacco y Zetsche continuaron desarrollando accesorios como luminarias y grifos. Por desgracia, en el mes de septiembre del año 2024, Bruno Sacco falleció a los 90 años de edad dejando un legado que ayudó a convertir la marca Mercedes-Benz en una de las más prestigiosas y exitosas de la industria automotriz actual.
En 1990, Sacco fue premiado con el Car Design Award por el diseño del modelo Mercedes SL R129, que fue considerada la obra maestra del diseñador italiano.
En 1997 el diseñador italiano fue otorgado el EyesOn Design Lifetime Achievement Award.
En 1999 Sacco fue seleccionado como uno de los 25 diseñadores de automóviles del siglo.
En 2002 Bruno Sacco recibió el Doctorado Honorario de la Universidad de Udine.
En 2006 Sacco fue introducido en el Automotive Hall of Fame en Dearborn, Michigan.
En 2007 El Salón de la Fama de la Automoción Europea incluyó a Bruno Sacco en su tablón histórico.