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La Justicia europea confirma la multa de 2.400 millones a Google por favorecer Google Shopping

Antonio Rodríguez | Martes 10 de septiembre de 2024
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha confirmado la multa de 2.400 millones de euros impuesta a Google por abuso de posición dominante en el mercado de los servicios de comparación de productos.

La sanción, impuesta originalmente por la Comisión Europea en 2017, se deriva de las prácticas anticompetitivas que Google implementó al favorecer su propio servicio, Google Shopping, en los resultados de búsqueda en detrimento de sus competidores. Con este fallo, el TJUE ratifica la decisión del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE), que ya había desestimado un recurso anterior de la compañía en 2021.

La multa responde a la constatación de que Google utilizó su dominio en el mercado de motores de búsqueda para dar prioridad a Google Shopping, mientras relegaba los servicios rivales a posiciones menos visibles. Según Bruselas, estas prácticas distorsionaron el mercado, favoreciendo a Google y perjudicando a sus competidores, lo que vulnera las reglas de competencia de la Unión Europea. Bruselas concluyó entonces que Google, que controla alrededor del 90% del mercado de búsquedas en línea en Europa, utilizó esta ventaja para manipular los resultados y promover injustamente su propio servicio.

Un caso histórico

El caso se remonta a 2017, cuando la Comisión Europea, liderada por la comisaria de Competencia Margrethe Vestager, impuso la sanción tras una investigación exhaustiva. La Comisión determinó que Google había infringido las normas europeas de competencia al aplicar una estrategia que favorecía sistemáticamente a su propio servicio de comparación de precios desde 2008. Esta práctica fue considerada una ayuda económica selectiva que excluía a competidores legítimos y minaba la competencia basada en méritos.

El impacto de estas prácticas fue profundo: mientras que el tráfico de Google Shopping se multiplicó hasta 45 veces en algunos mercados, los servicios rivales sufrieron caídas en el tráfico de hasta un 92%, según los datos presentados por la Comisión Europea. La multa, que fue la más alta en la historia de la UE en ese momento, reflejó tanto la gravedad de la infracción como su prolongada duración.

E TJUE reafirma que Google había abusado de su posición dominante de forma injustificada, impidiendo la competencia efectiva en el mercado

Google apeló la sanción ante el TGUE, que en 2021 confirmó la decisión de la Comisión. A raíz de este fallo, la empresa llevó el caso ante el TJUE, que ha vuelto a desestimar los argumentos de la compañía este martes. En su veredicto, el TJUE reafirma que Google había abusado de su posición dominante de forma injustificada, impidiendo la competencia efectiva en el mercado. El tribunal subrayó que la regulación europea no prohíbe la existencia de una posición dominante, pero sí su explotación abusiva, y destacó que la conducta de Google no se correspondía con una competencia basada en méritos.

El fallo del TJUE es definitivo y no puede ser recurrido, lo que obliga a Google a pagar la sanción impuesta. Además, la empresa deberá cesar las prácticas anticompetitivas que dieron lugar a la sanción, lo que implica ajustar sus algoritmos para garantizar que los servicios de comparación de productos rivales tengan un trato justo en los resultados de búsqueda.

Un futuro incierto para Google

Este no es el único desafío legal al que se enfrenta Google en Europa. El gigante tecnológico tiene otros dos casos pendientes ante el TJUE relacionados con su abuso de posición dominante. Uno de ellos, con una multa de 4.340 millones de euros, se refiere al uso anticompetitivo de su sistema operativo Android, que controla el 80% del mercado de dispositivos móviles en la UE. El otro, por 1.490 millones de euros, se refiere a las prácticas monopolísticas en el mercado de la publicidad online, específicamente a través de su plataforma AdSense.

Las prácticas publicitarias de Google también están bajo el escrutinio de las autoridades estadounidenses y británicas. En Estados Unidos, la compañía enfrenta un juicio por monopolio en el que se le acusa de controlar de manera abusiva el mercado de la publicidad en línea y restringir la competencia. Asimismo, el regulador británico concluyó recientemente que Google ha estado empleando prácticas anticompetitivas en el sector de la publicidad digital tras una investigación de dos años.

Google se defiende

"Estamos decepcionados con la decisión del Tribunal. Esta sentencia se refiere a unos hechos muy concretos y ya en 2017 introdujimos cambios para cumplir la decisión de la Comisión Europea. Nuestro enfoque ha funcionado con éxito durante estos más de siete años, generando miles de millones de clics para más de 800 servicios de comparación de compras", aseguran.

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