La fiscal de París, Laure Beccuau, ha confirmado este miércoles que se ha puesto bajo investigación oficial a Dúrov por cargos que incluyen la complicidad en la gestión de una plataforma en línea para transacciones ilegales y la negativa a cooperar con las autoridades.
El pasado sábado, la Gendarmería francesa detenía a Dúrov en el aeropuerto de Le Bourget, cerca de París, al descender de su avión privado procedente de Azerbaiyán, tras una investigación que lleva meses en curso, centrada en el uso de Telegram por parte de organizaciones criminales para actividades como el tráfico de drogas, la distribución de material de abuso sexual infantil y la incitación al odio. En este sentido, la fiscal Beccuau asegura que Telegram ha mostrado una "casi total ausencia" de cooperación en las investigaciones, tanto en Francia como en otros países europeos.
El empresario ha sido liberado tras pagar una fianza de 5 millones de euros
El empresario, que también tiene ciudadanía francesa y emiratí, ha sido liberado tras pagar una fianza de 5 millones de euros, pero se le ha prohibido salir de Francia y debe presentarse dos veces por semana ante la policía.
La investigación se centra en la presunta complicidad del líder de Telegram en delitos como la gestión de una plataforma en línea que permite transacciones ilícitas, la posesión de imágenes de abusos sexuales a menores, el tráfico de drogas, el fraude, la negativa a facilitar información a las autoridades y la prestación de servicios criptográficos a delincuentes, según los fiscales.
Según explica la prensa local, en Francia, ser sometido a una investigación formal no implica culpabilidad ni conduce necesariamente a juicio, sino que indica que los jueces consideran que hay suficientes indicios para seguir adelante con la investigación, que puede durar años antes de ser enviadas a juicio o archivadas.
Este tipo de medida es inusual, ya que rara vez se responsabiliza personalmente a los directivos de tecnología por las actividades de los usuarios en sus plataformas.
El caso de Dúrov ha generado un intenso debate sobre la responsabilidad de los ejecutivos de tecnología en la gestión de las plataformas en línea. Telegram, que se ha destacado por su enfoque de privacidad y laxa moderación de contenido, ha recibido en múltiples ocasiones críticas por su uso para actividades ilegales.