La detención se produjo el pasado sábado en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de París, cuando el empresario ruso, de 39 años, desembarcaba de su jet privado procedente de Azerbaiyán.
La investigación, impulsada por la agencia francesa OFMIN, creada recientemente para prevenir la violencia contra menores, se centra en la presunta falta de moderación y cooperación de Telegram en la lucha contra delitos graves como la explotación infantil, el tráfico de drogas y la promoción del terrorismo. Jean-Michel Bernigaud, secretario general de OFMIN, asegura en un comunicado que la plataforma, con casi 1.000 millones de usuarios en todo el mundo, ha sido señalada por su insuficiente control sobre los contenidos que circulan en ella.
El domingo, el magistrado a cargo del caso decidió extender la detención de Durov hasta por 96 horas, con el fin de decidir si se le presentan cargos formales, se le libera sin cargos o se le clasifica como testigo en la investigación. Esta medida deberá resolverse antes del miércoles por la noche.
En paralelo, la embajada rusa en París ha solicitado de inmediato a las autoridades francesas información sobre la situación de Durov, exigiendo que se respeten sus derechos y se le otorgue acceso consular. Aunque Durov reside actualmente en Dubái y posee la ciudadanía francesa y de los Emiratos Árabes Unidos, no se ha confirmado si ha renunciado a su ciudadanía rusa.
Pavel Durov fundó Telegram junto a su hermano Nikolai en 2013, convirtiéndola en una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas a nivel global. Antes de eso, los hermanos crearon VKontakte, una de las redes sociales más populares en Rusia. Este éxito los llevó a la mira del Kremlin, lo que forzó a Durov a salir de Rusia en 2014 y vender su participación en la compañía.