Durante los meses de verano, los períodos vacacionales no solo son momentos de alta actividad en ventas en línea, sino que también pueden resultar en una relajación de los controles operacionales debido a la reducción del personal de supervisión y seguridad, lo que puede facilitar la realización de ciberestafas. Durante esta época, se filtran menos alertas en los centros de operaciones de seguridad (SOCs) y aumentan los tiempos de respuesta a los incidentes, lo que hace que los ataques internos sean más frecuentes. Además, los ataques externos aumentan, ya que los cibercriminales trabajan a pleno rendimiento en el otro hemisferio, durante su época invernal.
Para los ciberdelincuentes, el phishing continúa siendo su ataque de fraude más común, con un aumento de más del 94% en su actividad desde 2020. Además, se ha identificado un repunte de campañas de estafa con notificaciones de envío, tarjetas de regalo y servicios de entrega falsos durante las temporadas de vacaciones. Los ataques más comunes incluyen pagos fraudulentos tras facilitar datos bancarios en un sitio falso, problemas con alojamientos inexistentes tras el pago de una fianza, y hacer clic en enlaces de confirmación maliciosos de origen desconocido.
La plataforma de Armatum ha identificado algunas de las estafas online más comunes durante los meses de verano, que incluyen:
Por todo lo mencionado, durante los meses de verano, los consumidores deben estar especialmente alerta a las ciberestafas, especialmente aquellas relacionadas con viajes y alojamientos. Es fundamental seguir consejos de seguridad en línea, como evitar acceder a enlaces web no esperados, sospechar de ofertas demasiado económicas, y elegir adecuadamente el método de pago para evitar convertirse en víctimas de este tipo de estafas.