Esta decisión se produce tras una investigación que concluyó que la transacción no dañará la competencia en el mercado británico ni en otros mercados globales y se suma a la de la Comisión Europea (CE), que dio su visto bueno la semana pasada, eliminando así otro gran obstáculo en el camino hacia la finalización del acuerdo.
La CMA lanzó una investigación en junio para determinar si la adquisición podría perjudicar a la competencia. Durante este proceso, la autoridad reguladora solicitó comentarios y opiniones de las partes interesadas para evaluar el impacto potencial de la fusión. Finalmente, la CMA ha concluido que HPE y Juniper Networks no son competidores directos en el segmento de equipos de redes, lo que permitió la aprobación de la transacción.
De manera similar, la CE también evaluó la operación y determinó que no reduciría significativamente la competencia en el sector. Bruselas destaca que ambas empresas no compiten de manera cercana, lo que facilitó la aprobación de la adquisición en el ámbito europeo.
Gracias a ello, HPE busca combinar las capacidades de Juniper con las suyas propias para ofrecer soluciones avanzadas en conectividad y servicios en la nube con el objetivo de mejorar la competitividad de HPE en un mercado tecnológico en constante evolución.