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Museu do Caramulo, un viaje a través del arte y los automóviles

Museo de Caramulo (Foto: Carlos Carrillo de Albornoz).

Un lugar de clase e historia

Carlos Carrillo de Albornoz | Miércoles 07 de agosto de 2024
Situado en el valle de Caramulo, el Museo de Caramulo combina una generosa colección de coches clásicos y arte histórico, que demuestra el exquisito gusto de sus creadores, los hermanos de Lacerda. En su concepción, el museo estaba dedicado a la exposición de pinturas, esculturas y otros elementos artísticos de distintas épocas de la humanidad. Sin embargo, el tema que hoy nos ocupa es el edificio anexo, dedicado únicamente a la exposición de coches y motos.

Recorriendo los inicios de la automoción

La colección de vehículos resulta muy variada, desde el inicio de la industria hasta los supercoches más icónicos de los años 80, además, muchos de estos coches tienen una larga historia en Portugal, viviendo en este país desde su fabricación.

Precisamente desde el comienzo podemos observar una réplica del Benz Dreirad de 1886, el antecesor del coche con motor a combustión. La réplica expuesta en el museo es una unidad firmada por John Bentley & Sons Ltd bajo licencia de Mercedes-Benz en 1986, con motivo del centenario de la marca. Entre la colección también se encuentran otros automóviles coetáneos al Benz, como uno de los pocos Peugeot Type 19 de 1899 y un Oldsmobile Curved Sash de 1902.

Benz Dreirad de 1886

Una década más tarde se presentaría otro de los modelos clave de la historia de la automoción, un Ford Model T de 1909. Este coche en concreto fue importado a Portugal en 1909 siendo de los primeros coches que salió de la línea de producción de Ford y a lo largo de la historia ha participado en numerosas competiciones probando la fiabilidad de este modelo. Una alternativa contemporánea al Ford también se encuentra expuesta, un Fiat 12/15HP, uno de los primeros modelos de la empresa italiana y una de las 4 unidades que quedan en existencia.

Ford Model T de 1909

Los superdeportivos centenarios

El Museo de Caramulo alberga una unidad original de un Rolls-Royce Silver Ghost de 1911, un vehículo que fue llamado “el mejor coche del mundo” en su momento. Tenía un motor de 6 cilindros en línea con 7428cc y 48cv a 1500 RPM. Esta unidad fue registrada en Portugal el 17 de noviembre de 1911 y actualmente está certificado como el Rolls-Royce más antiguo en funcionamiento en Europa. Sin embargo, no es el único Rolls-Royce centenario en exposición, le acompaña otro Silver Ghost verde de 1920 y un Phantom II Sports Coupé de 1930.

Rolls-Royce Silver Ghost de 1911

Dentro de la historia de las marcas españolas de vehículos, Hispano Suiza es de las más reconocidas en la época de entreguerras. En el museo descansa una unidad del Hispano-Suiza H6B perfectamente restaurada y en funcionamiento. Este modelo de 1930 tiene un motor de 6 cilindros y 6597cc para conseguir una velocidad máxima de 140 km/h.

Hispano Suiza: 120 años de historia de la automoción - Parte 1

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Si bien la colección resulta ya impresionante, no menos importantes resultan varios de los Bugattis que posee el museo. Cabe destacar un Bugatti Type 35B de 1930 que lleva en el país más de 90 años compitiendo y un Bugatti Type 57C Atalante de 1938. Este último siendo un modelo histórico para la marca ya que fue el último modelo que salió de la fábrica de Molsheim antes de la Segunda Guerra Mundial.

La tercera marca centenaria que no podía faltar es Mercedes-Benz. El museo tiene en exposición un Mercedes-Benz 380K de 1934, una de las 44 unidades que produjeron y una de las seis que se conocen vivas. Este vehículo lleva un motor de 8 cilindros en línea con compresor que eroga 138 cv para una velocidad máxima de 155 km/h, igualmente, en Caramulo se encuentra un Mercedes-Benz 770 Grosser con menos de 13.000 km y que sigue funcionando perfectamente.

Los deportes de motor de post-guerra

Con el fin de la segunda guerra mundial, los fabricantes europeos empezaron a desarrollar tanto coches para las clases populares como deportivos para competir internacionalmente.

Una de las marcas más legendarias del Reino Unido es MG, Morris Garage, lanzó el TC en 1946 con paquetes de potencia que se podían encargar desde la fábrica. En concreto, en el museo reposa un TC de 1946 con compresor, equivalente a una “Stage 4” y que desarrolla 75 cv.

Ferrari por su parte, es la corona italiana. En Caramulo se expone uno de los 26 Ferrari 195 Inter de 1951, en este caso, carrozado por Vignale, con un diseño que marcaba la ruptura con las siluetas rectangulares de los años 40. Esta unidad lleva el conocido V12 evolucionado de los Fórmula 1 en conjunto con una caja de cambios de ritmos cortos para carreras de subidas.

En España, sin embargo, los Pegasos eran lo mejor que se ofrecía en términos deportivos. En Caramulo, hay una unidad de un Pegaso Z102 B Touring Berlinetta, regalada por Franco al presidente Craveiro Lopes en 1953 y que fue donada al museo por la presidencia de la República de Portugal. Esta unidad en concreto lleva un V8 de 2814cc de aspiración natural con 160cv con una carrocería construida por los carroceros italianos de Touring Superleggera.

Pegaso Z102 B Touring Berlinetta

Aunque en Portugal no hayan desarrollado muchos vehículos de producción nacional, a principios de 1950, António Augusto Martins Pereira, un aficionado a las carreras de coches, creó el Alba. Este vehículo portugués fue creado para los campeonatos nacionales del ACP en la categoría de 1.5L donde los Porsche reinaban. Para aumentar su competitividad, el fabricante modificó un motor procedente de Alfa Romeo.

Alba, el clásico de carreras portugués

Alemania por su parte, debía recuperarse de las consecuencias de la guerra y a pesar de las limitaciones impuestas por los aliados, Mercedes-Benz presentó en 1954 el 300SL, el coche que iba a devolver a la marca el prestigio perdido. Este vehículo presentó innovaciones tecnológicas únicas como un sistema de inyección de combustible mecánica, un chasis tubular y por supuesto, el mecanismo de apertura de las puertas, las características “alas de gaviota”.

Como en toda buena colección que se precie, el museo de Caramulo tiene en exposición una unidad de un Jaguar E-Type, un coche que se ha llegado a denominar como “el coche más bello del mundo”. Presentado en 1961, se vendió como el coche que podía alcanzar las 150 millas por hora. La unidad del museo es de 1965 con la segunda versión del motor de seis cilindros, desarrollando 261cv.

Jaguar E-Type

Muy cerca del E-Type, se presenta un Jaguar XJ220 de 1991. El supercoche inglés que en 1992 poseía el título de “el coche de producción más rápido del mundo”, con una velocidad máxima de 347,4 km/h. Junto a él, modelos de ensueño descansan como el Ferrari F40, Ford GT40, entre otros.

Un lugar para visitar

El Museo de Caramulo es una exposición cultural pelicular y única que ofrece una diversa experiencia a los visitantes, tanto por las obras de arte expuestas como su recorrido por los vehículos más relevantes de la historia de la automoción. Además, rodeado de un bonito paisaje en la sierra de Caramulo.

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