Según la OCU, la combinación de estas dos comisiones constituye un gasto injustificado, abusivo y poco transparente por un mismo servicio. Además, señalan que Ticketmaster es el único canal disponible para la compra de entradas, como anuncia la propia empresa.
La OCU argumenta que es un cobro injustificado porque es el usuario, no el vendedor, quien realiza la mayor parte del trabajo al gestionar la compra de una entrada por Internet. El comprador es quien selecciona la fecha, el tipo y número de entradas, y el método de pago, además de proporcionar sus datos personales. Asimismo, la OCU considera que es un cobro abusivo porque, siendo una empresa intermediaria, Ticketmaster no ofrece ningún servicio adicional que justifique estas comisiones, como un aviso personalizado de cancelación o el envío de las entradas a domicilio.
Finalmente, la Organización de Consumidores y Usuarios señala que estas comisiones son poco transparentes, ya que los gastos extra suelen estar ocultos hasta el momento en que el usuario va a realizar el pago, incrementando inesperadamente el precio anunciado.
En consecuencia, la OCU solicita al Ministerio de Consumo que sancione a Ticketmaster y le obligue a cesar este tipo de prácticas. Además, pide que se reconozca el derecho de los afectados a reclamar la devolución de estos gastos indebidamente cobrados.
La Organización de Consumidores y Usuarios considera que las únicas páginas web que deberían aplicar gastos de gestión son las de reventa, pero estos gastos deberían ser visibles desde el inicio y aplicarse por gestión, no por entrada. La organización insiste al Ministerio de Consumo en la necesidad de impulsar una normativa que limite el recargo al 20%, tal como establece la normativa para la reventa de entradas en taquilla.