En España, alrededor del 63% de los profesionales utilizan la IA en sus tareas diarias, situándose entre los cinco primeros países europeos en términos de libertad en el uso de la IA en el entorno laboral. Sin embargo, se observa una marcada diferencia en el uso de la IA según el nivel jerárquico, con más del 84% de los directivos reportando su uso, en contraste con el 67% entre los empleados de niveles no ejecutivos.
En este contexto, España sobresale en conectividad, con una cobertura muy superior a la media europea en redes fijas de alta capacidad y de 5G. Específicamente, la cobertura de fibra ya llega al 95,2% de la población, en comparación con el 64% de la media europea, lo que demuestra la decidida inversión del Gobierno de España de más de 1.000 millones de euros desde 2018 para este objetivo. En cuanto a la cobertura móvil 5G, ya alcanzaba al 92% de la población española, en comparación con el 89% de la media europea. El informe también destaca la inversión en semiconductores, en el despliegue de nodos de proximidad y en tecnologías cuánticas, entre otros aspectos.
En el ámbito empresarial, el nivel de digitalización de las pymes en España está por encima de la media de la UE, con un 61% de pymes que alcanza un nivel de intensidad al menos básico en 2023, frente al 58% europeo. La integración de la inteligencia artificial (IA) en los procesos empresariales también es notable, con una adopción del 9,3% en 2023, en comparación con el 8% en Europa. Además, se destaca el apoyo a las empresas emergentes y al ecosistema innovador de scale-ups con el Fondo Next-Tech.
En cuanto a las Competencias Digitales, España ha focalizado grandes esfuerzos para alcanzar el 85% de la población con competencias digitales al menos básicas para 2030, en comparación con el 80% marcado por la UE, y ya está en el 66%, frente al 56% de la media europea. En la digitalización de la administración, los resultados de España también superan la media de la UE.
El informe también hace recomendaciones para seguir impulsando las herramientas necesarias para la digitalización y para la capacitación y empoderamiento de la sociedad en los países miembros, tanto en trabajos y tareas vinculados a la economía digital como en su día a día y su relación con la administración. Destacan las recomendaciones en torno al porcentaje de especialistas digitales sobre el total del empleo, un aspecto en el que España está trabajando con diferentes iniciativas.
Y esto no es todo, además de las múltiples medidas puestas en marcha por España para proteger la privacidad y la seguridad en línea, el país está trabajando en proteger a las personas consumidoras y garantizar la protección de los menores en el entorno digital, prevenir la difusión de contenidos ilegales y del discurso de odio, y para salvaguardar los riesgos asociados con las tecnologías digitales.