Prueba Sony Tablet P. Se trata de uno de esos productos de diseño extremadamente original que sorprende a primera vista, no se adivina a segunda y engancha a tercera; pero el hecho de llevar SONY grabado en la cubierta invita a la curiosidad, ya que es una marca que a nadie deja indiferente por su prestigio y capacidad creativa. Lo cierto, es que se trata de un dispositivo móvil con conexión celular y WiFi, sistema operativo de tablet y doble pantalla que, según función, se comporta como una sola.
Para los adictos al juego, lo que más ‘mola’ de este tablet es la posibilidad de convertirlo en una Play virtual para la que un lateral sirve de pantalla y el otro de comando; para los melómanos, la gracia está en que un lateral ejerce de reproductor y el otro de álbum táctil; para los lectores, es fantástica la experiencia de doble página y para los ejecutivos la gestión de correo, videoconferencia, etc.
Cerrado
El ‘P’ es el único tablet plegado que, hasta el momento, ha salido al mercado. Cerrado parece un pequeño bolso de noche o el accesorio de una espía, ya que el objetivo de la cámara exterior (5 Mpx y video HD) es claramente visible. El sistema de bisagras es sólido y las carcasas se desmontan; ya que debajo de la superior se aloja la SIM (3G) y debajo de la inferior una batería de larga duración (3080 mAh) y la tarjeta de memoria externa MicroSD (la interna es de 4 GB).
En el lateral de derecho, discretamente dispuestos el botón de activación, el cargador, el puerto microUSB (sólo para transmisión de datos) y las teclas del volumen.
La salida de auriculares es para un jack convencional de 3.5 mm.
Abierto
Es cuando se abre cuando este original tablet se muestra en todo su esplendor. La pantalla lleva marco negro pero toda la superficie va cubierta por el cristal. A la vista sólo la cámara secundaria (VGA), ya que los sensores resultan imperceptibles: acelerómetro, sistema giroscópico, sensor de luz y brújula.
La pantalla es LCD TFT con tecnología Trublack para ofrecer un mayor contraste, colores vivos y buena definición. En cuanto al tamaño tiene 5,5” de diagonal en cada lado. Es táctil capacitiva (se maneja con el dedo o un puntero especial) y dispone de visión ultrapanorámica y resolución de 1024 x 480 (algo insuficiente para la competencia existente en el mercado en este momento).
En cuanto a la conectividad, se trata de un terminal con conexión inalámbrica de distintos tipos: celular HSPA, WiFi (b/g/n) con DLNA, Bluetooth estándar 2.1 con EDR o sistema GPS asistido (A-GPS).
Experiencia
Sony ha adaptado un sistema operativo especial para tabletas, Android Honeycomb; de forma que a través del procesador de doble núcleo gestiona las dos pantallas de forma independiente sin que la batería se resienta en exceso (aunque es muy potente). Sin embargo, cuando se trata de ampliar la visión de una página o una fotografía podemos hacerlo como si de un único display se tratara. El resultado es, cuando menos, curioso; aunque no del todo satisfactorio para todos aquellos que se adaptan a los factores de forma mayoritarios (o tal vez diríamos los impuestos por Apple). Está claro que Sony ha querido marcar la diferencia y demostrar su capacidad creativa.
Tal vez se podría definir como el gadget móvil número uno en cuanto a la gestión multitarea se refiere y, por cierto, el teclado que emerge tiene las teclas grandes y es muy cómodo para escribir.
Definitivamente, hace un año Sony hubiera roto los esquemas con este tablet, pero hoy, en cuanto a implementación tecnológica se refiere, está un pasito atrás con respecto a sus competidores; (no tiene puerto HDMI, el Bluetooth es corto, no hace tethering u ofrece WiFiDirect, el procesador es del año pasado y no reproduce HD), pero hay marcas que hagan lo que hagan tienen garantía de éxito y sus fieles todo se lo perdonan.
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Al dar los primeros pasos en este mundo de la interoperabilidad con dispositivos en movilidad Sony ha querido que sus clientes disfruten de lo mejor de su universo: cine ilimitado, música infinita, experiencia Play Station y la posibilidad de compartir archivos con sus mejores televisores o de escuchar sonido en sus llamativos altavoces.