La Administración Biden ha compartido una nueva propuesta de regulación con la que busca convertir a los proveedores de servicios en la nube en investigadores activos para que sean los primeros responsables de denunciar a clientes extranjeros de desarrollen aplicaciones de IA en sus plataformas.
Esta normativa exigirá a compañías como AWS, Google Cloud y Microsoft Azure, entre otras, a revelar los nombres y direcciones IP de los clientes extranjeros, así como a recopilar e informar sobre cualquier actividad sospechosa.
Para ello, el Ejecutivo estadounidense ha abierto una consulta pública hasta el 29 de abril y en caso de que finalmente llegue a buen puerto, la Casa Blanca tendría potestad para emplear estos requisitos para cortar el acceso de empresas extranjeras, con el foco puesto en las que provienen de China, a los centros de datos y servidores de todas estas compañías para el alojamiento de aplicaciones de IA.
La norma impondrá también a los servicios en la nube la obligatoriedad de recopilar, almacenar y analizar los datos de los clientes, similar a las existentes en el mercado financiero.
En este contexto, Gina Raimondo, secretaria de Comercio de Estados Unidos, ha explicado que están trabajando para erradicar las amenazas a la seguridad nacional que plantea el desarrollo de la IA. "Es muy peligroso que estos modelos lleguen a manos de actores no estatales o de personas que no son nuestros aliados", asegura Raimondo.
Este movimiento responde a una petición del propio presidente Joe Biden, quien ordenó en octubre al Departamento de Comercio que reclamase estas informaciones a las compañías para detectar agentes extranjeros que emplean la IA para “actividades cibernéticas maliciosas”.
Esta norma no ha gustado inicialmente a los proveedores de servicios estadounidenses que ya se han mostrado preocupados por el impacto que tendrá en la competencia, al no existir una restricción similar a la actividad con usuarios extranjeros en países aliados.
Comercio establecerá una excepción a las filiales extranjeras de proveedores de servicios en la nube y estudiarán si la norma afectará a los clientes de estas filiales o solo a los de la matriz estadounidense.