Cuando probé y comencé a utilizar el anterior modelo de Dyson, el V15 Detect, hubo un par de cosas que me llamaron la atención negativamente. Todo lo demás, desde la potencia de aspiración hasta el uso de láser verde para iluminar los restos de suciedad y facilitar la limpieza, era de nota, pero quedaban un par de cosas que no sé por qué no las habían resuelto.
La primera: había que mantener el dedo en el gatillo constantemente. En cuanto lo separabas dejaba de aspirar. Eso es una buena táctica para ahorrar batería, pero hay momentos en los que tienes que acceder a lugares incómodos o, incluso, dejarlo sobre una superficie y manejar con una mano el tubo y con la otra un objeto que quieres someter a aspiración...
La segunda cosa era que no incluía un elemento fundamental: una rinconera que permitiera aspirar sobre superficies con objetos. O tenías la barra con el cepillo para el suelo o conectabas un cepillo directamente a la unidad principal.
Ambos problemas se han solucionado con este último modelo de aspiradora sin cable y formato escoba. El primero es tan sencillo como que han sustituido el gatillo por un botón: se pulsa una vez y se pone en marcha. Con la siguiente pulsación se para. Para mi gusto, eliminar el gatillo no es la mejor opción. Habría sido más completo mantenerlo y añadir, como hacen otros fabricantes, un segundo botón que lo fija.
Para esa segunda pega mencionada más arriba han sido más ingeniosos. Han ocultado dentro del tubo principal un accesorio para el polvo-rinconera. Se retira el tubo y aparece el otro. Es muchísimo más cómodo que la versión anterior (V15 Detect) y permite manejarlo con una mano para limpiar en rincones y en superficies altas como mesas, consolas...
La potencia máxima de succión alcanza los 280 AW -AW son vatios aire, una medida que expresa la energía que emplea el equipo para transportar el aire desde la boquilla hasta el depósito-. Son 40 vatios más que el modelo anterior y se estima que un buen equipo debe estar a partir de 150 AW. El problema es que, en este, el modo Boost resiente la autonomía drásticamente. En el modo más suave, aguanta trabajando hasta 70 minutos, pero en una limpieza en modo automático, se puede alcanzar alrededor de la hora. Y el problema es que cargar la batería tarda cuatro horas y media.
Hay dos modelos: el Níquel/Morado y el Azul de Prusia/Cobre. El que estoy utilizando es el primero. Viene con dos cepillos para suelo, el Digital Motorbar y el Fluffy Optic, que integra un láser verde que va descubriendo toda la suciedad que se acumula en el suelo y que no vemos. También se puede encontrar en la caja un minicepillo para tapicería, colchones... antienredos y una boquilla combinada, además del cepillo para el polvo y rinconera que se oculta dentro del tubo.
Es muy cómodo de usar. Y también un poco adictivo. Imagino que se pasará, pero más de un día he esperado a que se pusiera el sol y he apagado la luz para pasar el aspirador guiado por el láser verde.
El precio del Dyson gen5detect Níquel/Dorado en la web de la compañía británica es de 796 euros.