Si recogemos toda la información expuesta durante los tres días, una de las conclusiones que podemos sacar es justamente que este sector está en pleno proceso de crecimiento, por lo que aún tenemos muchos años por delante para oír hablar sobre estos temas.
Actualmente, la industria de la nube es una de las que más fuerza ganan día a día y precisamente por ese motivo, es también una de las que cuenta con una evolución más veloz. La inteligencia artificial promete transformar esta tecnología y desde que se ha comprobado que es posible generar código de forma automática a través de la IA, la interacción con la nube es más intuitiva y se han acelerado los tiempos de desarrollo.
Esta 'pequeña' mejora es la que podría acarrear la llegada de una revolución tecnológica en el sector, integrándose en los sistemas Cloud y convirtiéndose en una herramienta esencial para desarrolladores de cara a los próximos años.
Esto, unido a Kubernetes, la plataforma de código abierto para la gestión de contenedores, hace que la combinación de ambas tecnologías sirva de impulsor para Cloud. La clave está en centrarse en la eficiencia y la escalabilidad de las tecnologías, que se traduce en empresas capaces de aprovechar al máximo los recursos a su alcance, obteniendo una ventaja sustancial en competitividad de cara al futuro mercado.
La inclusión de estas nuevas ventajas y las novedades a su alrededor se han compaginado en todo momento con miles de elementos de seguridad que son realmente necesarios para poder seguir avanzando en el sector. La seguridad es la clave de todo y uno de los mayores desafíos para Cloud, por lo que a medida que los ataques se vuelven más sofisticados y difíciles de detectar, la industria debe reaccionar, y lo ha hecho, encontrando soluciones efectivas para mantener la protección de los datos.
Alternativas como la nube híbrida y multicloud, son piezas esenciales del puzzle, mientras que las empresas tratan de encontrar nueva formas para desplegar más inteligencia para mejorar la eficiencia y la toma de decisiones que podrían evitar ciertos ataques. Esto supone una rápida evolución de la industria, que se mantiene relevante en un mercado cada vez más competitivo y que "acaba de nacer".