Iván Carmona es el creador de Reflejos, la primera obra musical interactiva a nivel mundial donde se combinan la creación musical, la audiovisual, algunas características propias de los videojuegos y un diseño sonoro con tecnología Dolby Atmos.
La fusión de la creación musical y la audiovisual, junto con características de los videojuegos y el diseño sonoro Dolby Atmos hacen de esta experiencia algo único en el mundo y junta a más de 350 músicos para crear un viaje que combina diversos estilos, géneros y formatos musicales.
Tal y como afirma su propio creador, Iván Carmona, “esta experiencia se parece a los antiguos libros de ‘crea tu propia aventura’ en los que tenías que ir tomando decisiones, pero a nivel musical”. Lo que se nos ofrece es una experiencia totalmente interactiva en la que se cuenta la historia en primera persona de alguien que busca triunfar en la música. Dependiendo de las decisiones que vayan tomando los oyentes, la experiencia será uno u otra tanto visual como musicalmente y lograremos, o no, nuestro objetivo final.
Para llevar a cabo dicha experiencia, el equipo de músicos de Suakai, ha unido los más de 500 fragmentos que componen la obra haciendo que todos juntos cobren sentido y formen más de 50 finales posibles con cientos de posibilidades en cada uno de ellos. Se trata de una obra que en su totalidad supera las 3 horas de duración y en la que se han invertido más de 500 horas de grabación.
Reflejos cuenta actualmente con dos formas distintas de vivir la experiencia. La primera de ellas, se crea de forma artificial en espacios prediseñados para los oyentes en los que unas 10 personas se unen y se sumergen en la experiencia interactiva durante 30 minutos. Se trata de espacios diseñados a nivel sonoro con tecnología Dolby Atmos y ofrecen una experiencia bastante inmersiva pero nada comparado con el directo real.
La obra en directo es un espectáculo en vivo donde el concepto de interactividad va un paso más allá. Los asistentes al espectáculo musical, deciden en vivo y en directo cómo continúa la obra y se lleva a cabo la decisión de la mayoría del público. De esta forma, los artistas en directo optan por una performance u otra dependiendo de las decisiones de los asistentes en tiempo real y la propia música también evoluciona a medida que avanza la obra en base a dichas decisiones.