El Gobierno ha abierto una nueva línea de ayudas en el marco del programa UNICO para impulsar la construcción de infraestructuras pasivas de 4G y 5G en las zonas rurales y en carreteras y ferrocarriles.
El Ejecutivo se apoya una vez más en UNICO, financiado con fondos europeos, para acelerar la conectividad de todas las partes de España con el objetivo de ofrecer velocidades mínimas de 30Mbps.
Según se extrae de la publicación del BOE, las ayudas están dirigidas a financiar las infraestructuras pasivas (torres, mástiles, infraestructura backhaul) que son necesarias para llevar las comunicaciones móviles a zonas donde no hay cobertura y no está previsto que se despliegue en los próximos años.
Se destinará 150 millones de euros a repartir entre 4 zonas geográficas
Para ello se destinarán 150 millones de euros, centrando las ayudas en los despliegues en carreteras y ferrocarriles nacionales y transfronterizos y zonas rurales y permitirá la actualización de emplazamientos existentes y el desarrollo de nuevos emplazamientos 5G por todo el territorio nacional.
El Ejecutivo ha delimitado cuatro zonas geográficas y se concederán en régimen de concurrencia competitiva, con una intensidad máxima del 95%. En primer lugar, la Zona 1 se refiere a Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Castilla y León con un presupuesto de 52,9 millones de euros; la Zona 2 es la de Aragón, Cataluña, Navarra y La Rioja con 33 millones de euros; la Zona 3 la forman Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Canarias con 30 millones de euros; y por último, la Zona 4 es Andalucía, Valencia, Murcia, Baleares, Ceuta y Melilla con 34,5 millones de euros.
Esta convocatoria se centra en empresas que gestionan infraestructura de telecomunicaciones pasivas, es decir, las torres de telecomunicaciones. Aunque también son susceptibles de recibir ayudas el backhaul de fibra oscura y, en algunos casos, radioenlaces, susceptibles de alojar equipamiento activo correspondiente a redes públicas de comunicaciones de muy alta velocidad, así como a obras civiles relativas a dichas infraestructuras.
Sin embargo, se deja fuera a todo el equipamiento activo, por lo que no se subvencionará el despliegue de los equipos que utilizan los operadores de telecomunicaciones para dar realmente un servicios telefónico y de conectividad. Esto ha provocado el malestar en el sector, incluso de las torreras que advierten que sin estas ayudas, es muy posible que las torres construidas no atraigan operadores por su baja rentabilidad.
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