Pruebas tablets

Prueba BlackBerry PlayBook. El puente entre el móvil y el tablet

Pilar Bernat | Miércoles 22 de octubre de 2014

Prueba BlackBerry PlayBook. Tal y como se esperaba, e incluso como hemos ido comentando en diferentes previos, el tablet que RIM saca al mercado español en estos días, salvo por tamaño y forma, es completamente diferente a los comercializados por otras marcas. Para empezar, además de sus poderosas capacidades multimedia, su doble núcleo, o su batería tiene una peculiaridad hasta ahora única: es gestor de los dispositivos móviles de la marca (BlackBerry); es decir es, también, el gran visor de nuestro smartphone.

Diseñado en negro profundo, el PlayBook de RIM es un terminal con un tamaño que podríamos equiparar a las tres cuartas partes de un cuaderno pequeño con un frontal que es todo pantalla y una trasera en material gomoso para mejorar la sujeción, con el logo de la marca en incrustaciones metálicas y en el que sólo destaca el objetivo de la cámara (5 Mpx). Laterales lisos, perfil superior con un triple botón para el volumen y la gestión multimedia, otro para encendido/apagado/recuperación y la salida de audio de 3,5 mm y perfil inferior con los puertos de conexión (microUSB, HDMI y propietario).



Más fácil imposible Seguramente porque la unidad que hemos probado es un terminal ‘libre’, el proceso de autoconfiguración, que se realiza sólo una vez y de forma casi automática, tarda aproximadamente media hora, tiempo que hay que esperar con paciencia aunque estemos deseando empezar a ‘jugar’. Ya encendido, llama poderosamente la atención la calidad del display, cualidad que se aprecia a simple vista y también en comparación con otros tablets de reciente aparición. Mismo video, misma fuente, misma conexión, la calidad y la nitidez de la imagen merece la reseña. Y entonces empezamos a comprobar la sencillez de uso, ya que todos los movimientos son elementales: 1º) La pantalla es dinámica. Es decir, si arrastramos cualquier borde con el dedo hacia el centro, el terminal responde. 2º) Si lo hacemos de arriba hacia abajo, aparece el panel de control o de configuración, donde establecemos nuestras preferencias o gestionamos las conexiones. Así, encontramos los iconos de WiFi; actualización de software; Bluetooth; BlackBerry Bridge (punto de conexión con el móvil BlackBerry); Tethering para conectar otros dispositivos a Internet utilizando el PlayBook como punto de acceso; pantalla; HDMI; sonido; general, almacenamiento y compartición; seguridad y teclado. 3º) Si por el contrario lo hacemos de abajo arriba, se despliega la pantalla de aplicaciones con una disposición semejante a la que incorporaban los smartphones más recientes de la marca. Es decir, se mueven en ‘scroll’ de arriba abajo o viceversa y en ‘roll’, de un lado a otro, en subpantallas clasificadas por: todas, favoritas, multimedia, juegos y BlackBerry Bridge (donde vemos las principales aplicaciones activas en el móvil). 4º) El concepto multimedia se lleva a su máxima expresión; de forma que mientras, que no decidamos lo contrario, las aplicaciones permanecen activas y a la vista. De hecho, la facilidad de gestión es sorprendente y no tiene más secreto que el movimiento de los bordes hacia el centro. Nos explicamos: Si tenemos una aplicación activa y queremos abrir otra sin cerrar lo que estamos haciendo, únicamente tenemos que mover el dedo desde el borde inferior hacia el centro y vemos como nuestra pantalla activa se reduce a un recuadro 4 x 2 cm., aproximadamente, y se sitúa en una banda escritorio en el centro de la pantalla. Bajo ésta, aparece el menú de aplicaciones que nos permite ir al punto del software o servicio que buscamos con un toque. Abrimos la nueva aplicación y, si queremos realizamos la misma operación. Poco a poco, todas las aplicaciones, programas o páginas web que estamos gestionando simultáneamente se van reduciendo y ejecutando en segundo plano. Así, para abrir, cerrar, o desplazarnos basta con mover el dedo en una u otra dirección (el tacto es muy suave y la respuesta rápida). Es decir, abrimos, reducimos, movemos, cambiamos y... empujando la pantalla reducida hacia arriba, cerramos. 5º) Si no queremos pasar por el escritorio activo sino simplemente cambiar de una aplicación a otra, basta con recurrir a los laterales y realizar el mismo movimiento. El sistema reduce unos milímetros la pantalla activa y nos facilita el desplazamiento de una a otra en movimiento lateral. Allá donde paramos, la aplicación se maximiza y se pone en modo operativo sola. 6º) Las opciones de cada aplicación surgen moviéndonos desde el borde superior hacia el centro.

 

QNX y doble núcleo El secreto de tanta eficacia y sencillez tiene dos puntos clave: un procesador de doble núcleo a 1 GHz (Cortex A9) con un chipset de Texas Instrument OMAP 4430 y el sistema operativo que oficialmente se llama BlackBerry Tablet OS pero que está basado en tecnología QNX. ¿Y qué es QNX? Un sistema operativo en tiempo real desarrollado sobre Linux que inició su andadura en 1980, que es eficaz, ligero, funciona en modo ventanas y que por encima de todo, se ha aplicado en los últimos años allá donde se requiere que el “desempeño y fiabilidad del sistema sean supremos”: fabricas, laboratorios, hospitales, alta tecnología, sistemas espaciales y, más recientemente, electrónica de consumo y equipos de automoción para las gamas más altas del mercado. En 2010 RIM llegó a un acuerdo con Harman Internacional para adquirir QNX y, entre otras cosas, el Tablet OS que ahora tenemos entre manos es resultado de esa adquisición.

Conectividad y servicios En términos de conectividad hay que destacar que funciona con WiFi o a través de la red 3G si está vinculado a la BlackBerry (hay un 4G en EE.UU); que no lleva GPS aunque el sistema de mapas Bing que integra, una vez conectado a WiFi, realiza una localización bastante exacta y si ampliamos la imagen pasa directamente de mapa a fotografía. Bluetooth, cable micro USB/USB, BlackBerry Bridge, salida de audio 3.5 y HDMI (High Definition Multimedia Interface), para poder disfrutar en la televisión y en alta resolución de los contenidos del tablet. Por lo demás, buenos tiempos de batería, varias capacidades de memoria interna (el que probamos tiene 16 GB), reproductor y tienda de música on line, lector de prensa y libros, soporta flash (podemos ver los videos de cualquier página web), dispone de cámara frontal… y, por si falta algo, siempre está el App World para descargar las herramientas, aplicaciones o juegos que queramos.

BlackBerry Bridge

Una de las cualidades que tiene el PlayBook, especialmente para los usuarios habituales de BlackBerry es la de crear un puente encriptado, con alto nivel de seguridad entre el smartphone y el tablet. Así, se vincula activando el Bluetooth y siguiendo los pasos u opciones que ofrece el dispositivo. Por ejemplo, algo tan fácil como escanear el código bidimensional de identificación que llevan todas las BB. Una vez establecido el puente, en el PlayBook aparecen los iconos en modo espejo; es decir, lo que hagamos en el tablet afecta también al teléfono: leer mensajes, gestionar contactos, el calendario, el block de notas, las tareas, los archivos o incluso abrir el navegador remoto. En resumen todo lo que es la actividad diaria que caracteriza BlackBerry. Por supuesto, los jefes de tecnologías de la información de las empresas pueden tratar y controlar el PlayBook igual que el smartphone, ya que cabría decir que a efectos de gestión es un único cliente con visor en dos formatos.


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