Quien haya probado alguna vez a imprimir un modelo con una impresora 3D habrá podido comprobar que no son rápidas. El movimiento del cabezal sí lo es, y la impresión de cada punto también, pero tarda horas en acabar incluso las figuras más sencillas.
Para fabricar un centenar necesitas decenas de máquinas trabajando horas y horas. Entonces, ¿por qué se están empleando para imprimir viseras de protección o partes de respiradores en esta crisis del coronavirus?
"Por la flexibilidad que aportan las impresoras 3D. Se puede cambiar el producto que fabricas con sólo sustituir el fichero CAD. Un día estás fabricando una cosa y al día siguiente, viseras de protección frente al Covid-19". La respuesta la da Begoña Hernández de Aguirre, directora comercial de ABAX. "Es la gran ventaja de la impresión 3D frente a otros métodos. La inyección, una vez que tienes todo el proceso montado, es mucho más rápida, pero sólo puedes fabricar esa pieza".
ABAX es una pequeña empresa familiar madrileña que se dedica tanto a la fabricación de impresoras 3D a medida de sus clientes, como a formación y servicios de impresión. Desde que el SARS-CoV-2 nos puso patas arriba, varias de sus máquinas -las que quedan libres de los proyectos en curso- trabajan conjuntamente con el grupo Coronavirus Makers y con Reesistencia Team.
El primero de ellos, Coronavirus Team, cuenta con 15.000 seguidores en Telegram. Es un equipo distribuido que fabrica en sus propias casas y en sus impresoras domésticas viseras para los elementos de protección de los sanitarios. El segundo se ha empeñado en desarrollar un modelo de respirador que se pueda fabricar utilizando impresión 3D junto con otras tecnologías.
(El mismo día en el que mantuvimos esta entrevista, el Ministerio de Sanidad rechazó la homologación provisional que había concedido la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para fabricar las viseras, pero siguen llegando a los hospitales).
La directora comercial de ABAX se queja de la inexistencia de un tejido empresarial en Madrid en el ámbito de la impresión 3D que pueda afrontar proyectos como los de Coronavirus Makers, Reesistencia Team o el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona. "En la Comunidad de Madrid no se está favoreciendo el desarrollo de una comunidad 3D", apunta.
En Cataluña, por ejemplo, SEAT participa en el diseño y fabricación de respiradores aportando como motor los que mueven los limpiaparabrisas de sus coches. Fuera de España, la compañía británica Dyson ha entrado ya en fase de fabricación de los 10.000 respiradores que le encargó la Administración.