Después de la publicación parcial, en el número anterior, de un texto de la Fundación ENTER sobre los operadores móviles virtuales (OMVs), nos centramos ahora en la situación de éstos en España, compleja, interesante y cargada de intereses.
Texto: Pilar Bernat
En España, en junio de 2005, el número de abonados (tarjetas SIM en circulación) alcanzaba la cifra de 41,1 millones. Si se considera el último padrón de habitantes publicado por el INE, la población en España a 1 de enero de 2005 era de 44,1 millones, lo cual supondría una tasa de penetración del 93,2%. El mercado ha alcanzado un punto de saturación en lo que se refiere a número de usuarios, por lo que las estrategias de los operadores pasan por la búsqueda y captación de clientes que lo son de sus competidores, la fidelización y retención de su base de clientes, la búsqueda de nuevos ingresos mediante la estimulación del uso, la inversión en el desarrollo de nuevos productos y servicios para los clientes, etc. Así, sólo en 2005 más de 3 millones de clientes cambiaron de operador, manteniendo su número, y hay ya más de 6,7 millones de líneas portadas, lo que hace de España el mercado líder en portabilidad.
Mirando el futuro... El posible desarrollo de los operadores móviles virtuales (OMVs), podría condicionar el desarrollo del mercado de móviles en nuestro país; pero éste no sería el único factor condicionante; hay otros, que sumados al que nos ocupa plantean un año 2006 especialmente competitivo: • La adquisición de Amena por parte de France Telecom / Orange, que dota de mayor fuerza y potencial al que hoy es el tercer operador del mercado español. • El posible lanzamiento de las operaciones de Xfera, que continúa en entredicho, y a la cual se le agota ya el plazo concedido por el regulador. • La irrupción de nuevas tecnologías que podrían ofrecer soluciones de movilidad (WiMAX...) En este contexto plagado de incertidumbres, los operadores con red están desarrollando y desplegando su red... 3G. El desarrollo de 3G no ha seguido hasta ahora la misma tendencia que en otros países, en los que la entrada de un nuevo operador ha sido un catalizador para dinamizar el mercado y promover ofertas 3G. A finales del 2005, Forrester estima que los usuarios 3G representaban apenas un 4% del total de la base de clientes de telefonía móvil. Según este mismo análisis, este porcentaje irá evolucionando, aunque con un despegue lento (7% y 13% en 2006 y 2007 respectivamente), hasta alcanzar más de la mitad de los usuarios (58%) en 2010. Este 4% está muy alejado de países como UK o Italia (11% y 15% respectivamente), e incluso Austria (7%) que hasta ahora venía siendo un país más tradicional en cuanto a su perfil de usuario.
Los objetivos del regulador En este contexto de mercado, uno de los objetivos clave perseguido por el regulador es aumentar el nivel de competencia en el sector. Actualmente, a pesar de la pérdida de posición dominante de Telefónica, con cuotas ya claramente inferiores al 50%, la tasa de concentración (cuota unificada del primer y segundo operador), está por encima del 75%, y se sitúa en el entorno de la media europea pero aún lejos de Reino Unido y otros países considerados como más competitivos.
Precios Con el aumento del nivel de competencia, el regulador espera rebajas en el nivel de precios. Sin embargo, los precios de la telefonía móvil han bajado de forma continua en los últimos años. Ahora bien, estos precios, al menos de forma nominal, continúan estando por encima de la media europea, especialmente si se toman en referencia al PIB. Sin embargo, no hay que olvidar el efecto de la subvención del terminal, que de facto, supone un impacto significativo en el precio total de la telefonía móvil para el usuario final. En estas condiciones, el regulador estima que aún existe margen para reducciones adicionales de precios y quiere fomentarlas a través de OMVs. Sin embargo, un análisis detallado de las cestas de consumo puede cuestionar esta necesidad. Según el informe Telingen, los precios españoles son superiores a la media europea especialmente en las cestas de consumo alto y medio. Por el contrario, en la cesta de bajo consumo, estos precios están en el entorno de la media europea. Por tanto, la esperada alineación de precios con Europa que quiere fomentar el regulador sólo se producirá si se desarrollan OMVs que ataquen a un perfil de consumo alto. Hay que recordar que la mayoría de estos operadores en Europa tienen una estrategia “low-cost” que precisamente está dirigida a los consumidores de perfil más bajo, justo donde los precios están ya en torno a la media europea.
Servicios España siempre se ha considerado un país pionero en el desarrollo de nuevos servicios de telefonía móvil, a lo que han ayudado las tasas de adopción de esta tecnología. Sin embargo, a pesar de los fuertes subsidios al terminal, que han hecho que el parque esté actualizado (cámaras, GPRS...), la facturación de datos es aún muy inferior a la media europea. Precisamente éste es uno de los argumentos que los operadores esgrimen para cuestionar los OMV: su capacidad de apostar por nuevos servicios. Temen que, de llegar, se desate una guerra de precios que vaya en contra de inversiones en infraestructura y nuevos productos. En definitiva, nos encontramos con un mercado con sus propias peculiaridades en cuanto a competitividad: • Concentrado en pocos operadores pero con una rotación relativamente alta fomentada por la facilidad de la portabilidad y las ofertas de terminal. • Precios en descenso, pero aún por encima de los europeos. • Inversiones en infraestructuras UMTS que no acaban de materializarse en facturación de nuevos servicios.
Los distintos enfoques regulatorios y la propuesta de la CMT Hasta la fecha, no se puede afirmar que existan operadores móviles virtuales en funcionamiento. Aunque según el informe de la CMT remitido a Bruselas el 21 de diciembre, hasta 10 operadores tienen licencia A2 (licencia para operar como OMV con numeración propia) y varios más licencia provisional, ninguno de ellos ha llegado aún a conseguir cerrar un acuerdo con los operadores actuales y, por tanto, no es capaz de ofrecer servicios comerciales. Especialmente significativo es el caso de Tele2, que ha enfatizado en varias ocasiones su interés por conseguirlo. Por otro lado, la situación de Euskaltel, que comercializa la marca AUNA en el País Vasco se considera una excepción derivada del acuerdo entre accionistas, al margen del negocio de operaciones móviles virtuales. En diciembre del 2005 la CMT realizó un informe en el que sostiene que Telefónica, Vodafone y Amena ejercen de facto una posición de dominancia conjunta y están impidiendo la competencia del mercado, con unos precios por encima de la media europea. Como solución para aumentar la competitividad propone abrir las redes de los actuales operadores con licencia de espectro, a otros OMV, pudiendo llegar a fijar condiciones de entrada (precio, plazo...) si estos operadores no consiguen cerrar un acuerdo. El 31 de enero de 2006, la Comisión Europea ha respaldado la tesis de la CMT y le autoriza a regular en este sentido, con comentarios específicos relativos a la evolución del mercado si entrara el cuarto operador con licencia UMTS (Xfera). Tras esta decisión de la CE, que podría ser recurrida por los operadores de red, la CMT concretará las medidas para los operadores de red que se refiere a: 1. Atender a las solicitudes razonables de acceso a recursos específicos de sus redes y a su utilización 2. Ofrecer precios razonables por la prestación de servicios de acceso. En el caso de que no se logren acuerdos de forma voluntaria, la CMT ser reserva el dictar las condiciones de acuerdo entre las partes, para garantizar el acceso efectivo de los OMV a las redes. Existe una cláusula de no discriminación (obligación de ofrecer condiciones similares a todos los operadores), asociada al primer punto (atender solicitudes razonables de acceso) que nace en las directivas comunitarias con el objetivo de asegurar que los operadores dominantes no ejerciesen tácticas de discriminación de calidad ó se reservasen tecnología que pudiera impedir la competencia efectiva. Los operadores, entienden sin embargo que se trata de una cláusula restrictiva que les impide el normal desarrollo del mercado. Consideran que deben ser ellos, en función de sus necesidades estratégicas quiénes definan las distintas condiciones que pueden ofrecer a los posibles socios. En este estado de cosas, la CMT sostiene que es necesario regular el acceso a red de los OMVs para garantizar la competencia del mercado, ya que los operadores de red pueden tener interés en impedir la entrada de OMV que faciliten la bajada de precios y erosionen el margen de estos operadores. Por otro lado, las compañías telefónicas sostienen que los acuerdos entre OMVs y operadores de red se tienen que dar de forma natural, según las estrategias de ambos. Hasta el momento, aducen que la cláusula de no discriminación ha sido un factor disuasorio para llegar a estos acuerdos. Ante esta divergencia de opiniones, los datos que se pueden contrastar son los siguientes: • España e Italia son los únicos países con población superior a 30 millones de habitantes en los que no existen operadores móviles virtuales. • Estos dos países presentan además características muy diferentes en cuanto a su desarrollo en UMTS, y por tanto, su nivel de competitividad y desarrollo futuros. • En Italia, la entrada de ‘3’ en el mercado italiano ha dinamizado la competencia, y de hecho, es el primer país europeo por penetración 3G. • En España, aunque hubiera sido posible, no se han dado de forma efectiva acuerdos entre OMV y operadores de red. La entrada de un nuevo operador, Xfera, que podría dinamizar el mercado, aún está pendiente. • La regulación favorable, aunque no ha sido necesaria en todos los mercados, sí ayuda al desarrollo de las operaciones móviles virtuales • En Dinamarca y Reino Unido, la obligación de apertura de redes ha permitido que estos operadores tengan cuotas de mercado significativas, aunque con resultados muy diversos para el mercado. • En países tradicionalmente más conservadores en tecnología móvil, y menos desarrollados en productos y servicios como son Francia y Alemania, se ha conseguido llegar a un acuerdo de OMVs y éstos están comenzando sus operaciones, sin necesidad de una regulación específica. • Los OMVs no siempre han tenido los efectos deseados en la competencia y en el desarrollo del mercado • En el caso de UK se da una competencia real sostenida, a pesar del anuncio de intención de compra de Virgin Mobile por parte de NTL (operadora de cable) • En Dinamarca se ha producido una concentración de mercado que ha mermado los beneficios esperados de los OMVs. Además se achaca a la erosión del mercado el retraso en la implantación de UMTS. • Así pues, parece que en España podría existir un hueco para la aparición de OMVs que aún no está desarrollado. El impacto que estas OMVs tengan en el mercado y su aportación de valor dependerá de cómo se estructuren y cuál sea su oferta y la inversión a desarrollar. Por otro lado, la sobrerregulación puede acelerar la implantación de OMVs, pero sólo tendrá un efecto temporal en el mercado.
¿Quién teme al lobo feroz? El respaldo de la CE a la propuesta de la CMT abre ahora la puerta a nuevos escenarios. El carácter genérico de la propuesta de la CMT (razonabilidad de la oferta), hace que de facto, el marco normativo no sea muy distinto al vigente hoy en día, aunque eso sí, con un mensaje muy claro del regulador favorable a la entrada de estos agentes, que aumenta las posibilidades de intervención. Aunque la CMT ya se ha posicionado a favor de los acuerdos comerciales entre las partes, habrá que esperar a ver cómo se desarrollan las negociaciones entre los operadores, y cuál es el grado de intervención real al que se va a llegar. Así pues, existen distintos escenarios que se pueden dar de manera simultánea. Habrá que esperar, ver e informar.