El próximo 22 de febrero se llevará a cabo la subasta de 20MHz que estaban sin adjudicar en la banda de 3,5GHz, una de las bandas prioritarias para la 5G, con la participación de Telefónica y Orange.
En esta subasta sólo participarán Telefónica y Orange que lucharán por dos concesiones de ámbito estatal de 10MHz cada una, con un precio de salida de 21 millones de euros por cada concesión. Ambos operadores ya disponen de 90MHz y 100MHz, respectivamente, en esta banda.
Las concesiones estarán vigentes hasta diciembre de 2038 con el objetivo de facilitar un marco estable y de certidumbre a los operadores que accedan a la explotación de las frecuencias y un alineamiento con la duración de las licencias otorgadas en la anterior subasta.
Según ha informado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, de quien dependen estas cuestiones, la licitación está prevista que comience el día 22 de febrero y se desarrollará a través del mecanismo de subasta simultánea ascendente de múltiples rondas, a través de una Plataforma Electrónica de Subastas (PES) segura.
Antes de ello, los días 18 y 19 está previsto que las empresas licitantes puedan acceder a la plataforma para realizar pruebas y familiarizarse con el funcionamiento y la operativa de la plataforma.
Una vez se complete la licitación, se realizará la reorganización de las frecuencias de esta banda para que todos los operadores dispongan de bloques contiguos de frecuencias y sea posible un uso más eficiente del espectro radioeléctrico.
Por otro lado, el Gobierno ha confirmado que la subasta de los 700MHz pendiente para el primer trimestre del año se celebrará en marzo, todavía sin fecha fija y el Secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, Roberto Sánchez, ha dejado la puerta abierta a que el precio de salida cambie antes de la fecha tras las quejas de los operadores por el precio y por algunas obligaciones de la oferta de cobertura.
Según ha explicado el Secretario de Estado en una entrevista con la Agencia EFE, el proceso está en fase de análisis por parte del Gobierno, tras recibir 19 alegaciones a las bases de la subasta. “Si como consecuencia del estudio vemos que los argumentos presentados (para bajar el precio) tienen mérito suficiente, entonces se reconsiderará”, explica Sánchez, quien recuerda que las subastas “no son caras o baratas en sí, sino que salen a un precio y a partir de ahí el mercado determina su valor”.
Asimismo, Sánchez asegura que es “poco probable” que se incluyan especificidades para un operador determinado, tras la petición pública de MásMóvil de que se tuviera en cuenta su condición de cuarto operador.